Sábado 2 de Abril de 2005, 16:22

23 AÑOS DEL DESEMBARCO ARGENTINO EN MALVINAS

| Al cumplirse un nuevo aniversario del desembarco de las tropas argentinas en las Islas Malvinas, el Diputado Julio Aldaz aseguró que un manto de silencio intentó la desmalvinización de la opinión pública. El legislador calificó de héroes a los caídos, 29 de los cuales eran oriundos de Entre Ríos, en el archipiélago austral.

El 30 de marzo de 1982 el sindicalismo argentino llamó a una marcha a Plaza de Mayo, acompañada por movilizaciones en el interior del país contra el régimen militar. Con excepción de las rondas que las Madres de Plaza de Mayo hacían alrededor de la Pirámide de Mayo, no se habían registrado manifestaciones políticas en este lugar desde 1.976. La reunión convocó a militantes estudiantiles, barriales y obreros que concluyó con una intensa represión policial. Hubo más de 1000 detenidos entre ellos Saúl Ubaldini, José Rodríguez, Ricardo Pérez y César Loza, todos dirigentes de la CGT. En Mendoza se registró un muerto, José Ortiz. En este contexto de aumento de la tensión política y social, en la madrugada del viernes 2 de abril, las Fuerzas Armadas con cinco mil efectivos desembarcan y recuperan las Islas Malvinas luego de casi 150 años de ocupación inglesa. En los enfrentamientos muere el Capitán de Corbeta Pedro Giachino y se convierte en el primer mártir del conflicto. En el país se vivió un día de algarabía inusual y renovadas expectativas, unas diez mil personas se concentran en Plaza de Mayo entonando cánticos reivindicativos y recibiendo adhesiones de las diferentes naciones de Latinoamérica. Gran Bretaña responde enviando su flota a las islas al tiempo que los EEUU aconsejaban el retiro de las tropas argentinas del archipiélago. El gobierno militar minimizó el peligro y trató de convencer a la población de que contaba con apoyos suficientes como para evitar un enfrentamiento. El 2 de mayo de 1982, el Crucero "General Belgrano" de la Armada Argentina, navegaba a 35 millas al sur de la zona de exclusión determinada unilateralmente por Gran Bretaña alrededor de las Islas Malvinas. A las 16,01Horas, fue atacado por el submarino nuclear "Conqueror". Una hora más tarde la nave argentina se hundía en el mar austral. De los 1.093 tripulantes, sobrevivieron 770, resultaron muertos 323 soldados, de los cuales 200 tenían entre 19 y 20 años. Los sobrevivientes jamás borraron aquel episodio de sus vidas."Los únicos héroes son los 323 muertos, nunca los que pudimos sobrevivir", manifestó el entonces Cabo Principal, Julio Néstor Vallejo, oriundo de la ciudad de Basavilbaso. Un mes y medio más tarde, la guerra terminó con la derrota argentina que dejó un saldo de alrededor de setecientos muertos. Durante su desarrollo, se produjo un fracasado intento de mediación de los Estados Unidos a través de sus Secretario de Estado, Gral. Alexander Haigh y también una visita de su Santidad, Juan Pablo II. El Gral. Benjamín Menéndez, gobernador de las Islas Malvinas presentó su rendición aceptando la superioridad sin agotar la resistencia, fue un puñal que se clavó hondo en el sentimiento nacional, en el orgullo y en las ilusiones de un pueblo. Con posterioridad a la guerra, la sociedad tuvo actitudes contradictorias. Por una parte se reconoció la valentía de los combatientes, pero por otra, trató de cubrir el enorme trauma con un manto de silencio donde se intentó la desmalvinización de la opinión pública. Las principales víctimas son los veteranos, privados de reconocimiento social y asistencia para sus vidas, contabilizándose más 270 suicidios de ex combatientes. Entre los 29 héroes entrerrianos caídos en el archipiélago austral figuran Julio Omar Benítez, Héctor Ricardo Caballero, Guido Marizza, Miguel Giménez, César Zapata, Humberto Giorgi, Sergio Zárate, Danilo Bolzán, Adolfo Cabrera, Héctor Correa. El 14 de junio de 1982 se cerró el enfrentamiento militar que había comenzado el 2 de abril, cuando cedieron las últimas defensas en Puerto Argentino también terminaba la dictadura militar y se abría un espacio de revisión crítica del pasado inmediato como nunca antes. Este gigantesco cambio tiene el origen doloroso y amargo en esos 74 días de euforia, depresión y muerte. Sería importante que los argentinos pudiéramos extraer verdaderas enseñanzas de esos tiempos porque, además sólo pudieron ser pensados y ejecutados en un marco de arbitrariedad. Opinión por Julio César Aldaz, Diputado Provincial (PJ).