Jueves 8 de Marzo de 2012, 04:35

8 de marzo, Día Internacional de la Mujer

| Jornada para celebrar el papel de la mujer en todas las áreas del desarrollo humano que producen avances positivos, armonía social y posibilidad de mejoramiento general de las condiciones de vida de nuestra generación y de generaciones futuras. Naciones unidas reconoce especialmente este año el papel de la mujer campesina.

[b]¿Por qué se escogió el 8 de marzo para conmemorar este día?[/b] Los antecedentes históricos no son muy explícitos. Sin embargo, se atribuyen dos hechos importantes y ocurridos ambos en la ciudad de Nueva York. El primero fue una gran marcha de trabajadoras textiles en el año 1857. Miles de mujeres marcharon sobre los barrios adinerados de Nueva York en protesta por las miserables condiciones de las trabajadoras. El segundo, ocurrió en 1908. Ese año 40,000 costureras industriales de grandes factorías se declararon en huelga demandando el derecho de unirse a los sindicatos, mejores salarios, una jornada de trabajo menos larga, entrenamiento vocacional y el rechazo al trabajo infantil. Durante la huelga, 129 trabajadoras murieron quemadas en un incendio en la fábrica Cotton Textile Factory, en Washington Square, Nueva York. Los dueños de la fábrica habían encerrado a las trabajadoras para forzarlas a permanecer en el trabajo y no unirse a la huelga. Naciones Unidas estableció que en reconocimiento al papel fundamental de la mujer campesina y el Día Internacional de la Mujer 2012 se celebra bajo el lema "Habilitar a la mujer campesina-Acabar con el hambre y la pobreza". Las mujeres rurales representan un papel fundamental en las economías tanto de los países en desarrollo como de los desarrollados, pues contribuyen al progreso agrícola, mejoran la seguridad alimentaria y ayudan a reducir los niveles de pobreza en sus comunidades. Estas mujeres constituyen el 43% de la mano de obra en el campo, cifra que llega a ser del 70% en algunos lugares. La desigualdad entre los géneros y el acceso limitado al crédito, la salud y la educación son las principales dificultades que afrontan las mujeres rurales. Se calcula, por ejemplo, que el 60% de las personas con hambre crónica son mujeres y niñas. La crisis alimentaria y la económica, junto con el cambio climático, no hacen más que agravar la situación. Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura estima que si las mujeres tuvieran un acceso equitativo a los fertilizantes, las semillas y las herramientas, la cantidad de personas hambrientas en el mundo se reduciría entre 100 y 150 millones.