Jueves 10 de Junio de 2010, 13:46

Aldáz recordó a los mártires peronistas fusilados

| El Vocal del Consejo Provincial del Partido Justicialista, Julio César Aldáz recordó a los mártires peronistas fusilados por la "Revolución Libertadora" en junio de 1956.

Aldáz dijo que el General Juan José Valle y los fusilados de junio de 1956 "son parte de la historia viva del Movimiento Nacional Justicialista", sus muertes "introdujeron su irrenunciable deseo de luchar por la paz, la democracia y las conquistas sociales que han sido inseparables de nuestra identidad". Seguidamente, indicó que la República Argentina estaba asfixiada de intolerancia y de represión institucionalizada, eran los tiempos de la autodenominada Revolución Libertadora Aramburu y Rojas. Había vuelto la Argentina de las minorías y el privilegio para postergar a la voluntad transformadora de las mayorías acaudillada por el General Juan Domingo Perón. "Habían usurpado autoritaria y violentamente el poder, derogando una constitución progresista y avanzada para su época. El Peronismo fue proscripto, la Fundación Eva Perón fue disuelta y sus bienes fueron liquidados. Se prohibieron los emblemas peronistas. Se reprimió las huelgas y las actividades sindicales. Los restos de la compañera Evita fueron arrebatados, se los mutila y se los saca del país, son expresiones de un odio que se extendió por todo el país", prosiguió el ex Intendente. "No hacemos cuestión de banderías, porque luchamos por la Patria , que es de todos. No nos mueve el interés de ningún hombre, ni de ningún partido. Por ello, sin odios ni rencores, sin deseos de venganza ni discriminaciones entre hermanos, llamamos a la lucha a todos los argentinos que con limpieza de conducta y de pureza de intenciones, por encima de las diferencias de grupos o partidos quieran y defiendan lo que no puede dejar de querer o defender un argentino; la felicidad del pueblo y la grandeza de la Patria , en una Nación socialmente Justa, económicamente Libre y políticamente Solidaria. Esta fue la proclama que en la noche del sábado 9 de junio de 1956, a nueve meses del derrocamiento del Presidente Constitucional, Juan Domingo Perón por la autodenominada "Revolución Libertadora", los Generales Juan José Valle y Raúl Tanco, junto con el Teniente Coronel Oscar Cogorno, encabezaron una rebelión cívico-militar, que tuvo sus centros en Buenos Aires, La Plata y Santa Rosa, La Pampa. El intento es abortado en unas cuantas horas y concluye en un baño de sangre. Derrotado el movimiento, sus principales líderes, con el General Valle a la cabeza fueron salvajemente fusilados 27 argentinos por el simple hecho de ser peronistas. Reynaldo Benavídez, uno de los hombres que lograron escapar a las balas de la Policía Bonaerense en el basural de José León Suárez en una nota publicada en el diario Clarín en el año 2.001 manifestó que: "no pude volver, pasé alguna vez y quise ir a un acto, pero es muy duro para mi estar ahí .Duele tocándose el corazón. Nunca más milité ni acepté cargos políticos. Nuestra militancia era sana. Aquello fue una injusticia porque sólo pensábamos diferente". La Revolución Fusiladora del General Pedro Eugenio Aramburu y el Almirante Isaac Rojas aplicaron en aquellos días una feroz persecución, una fuerte proscripción y ocasionó la muerte de cerca de una treintena de compañeros, en una lucha encarnizada que sufrió el peronismo y que a pesar de la adversidad no claudicó en el paso del tiempo de conseguir la felicidad del pueblo y la grandeza de la Patria. A la memoria de quienes hicieron grande al Movimiento Nacional Justicialista que fue motor del desarrollo y el crecimiento de la República y supo brindarle representación social a los humildes, a los que sufren y a los desamparados, siendo el partido político transformador de la Argentina moderna. Sólo se buscaba la justicia y la libertad del pueblo argentino, amordazado, sin prensa, sin partido político, sin garantías constitucionales, sin derecho obrero, sin nada. No se defendía la causa de ningún hombre ni de ningún partido, decía momentos antes de ser fusilado el General Valle", relató el funcionario provincial. Finalmente expresó que "nuestros orígenes están forjados de estos hechos y seguirán vigentes en la medida en que no perdamos la memoria y para finalizar citó las palabras que el Gral. Valle le enviara al Presidente Provisional de la República General Pedro Eugenio Aramburu antes de ser fusilado: "como cristiano me presento ante Dios que murió ajusticiado, perdonando a mis asesinos y como argentino, derramo mi sangre por la causa del pueblo humilde, por la justicia y la libertad de todos no sólo de minorías privilegiadas (...) Ruego a Dios que mi sangre sirva para unir a los argentinos". Viva la Patria".