| El Diputado Provincial, Dr. Julio César Aldáz dijo que con el golpe de estado del 24 de marzo de 1.976, se inició una de las etapas más oscuras y trágicas de la Historia de la República Argentina, donde se instaló en el poder el llamado Proceso de Reorganización Nacional con un claro proyecto dirigido a destruir toda forma de participación popular, impuso el terrorismo de estado, puso en marcha una represión implacable sobre las fuerzas políticas, sociales y sindicales, dando paso a una era de sangre, persecución, censura y terror, que se extendió durante siete interminables años y costara la vida de treinta mil compatriotas.
Hay hechos que nos marcan para toda la vida y es seguro que, como sociedad, el golpe militar de 1.976 resultó de esos hechos históricos que jamás podrán quedar en el olvido, en el cual se sucedieron las mayores aberraciones, la tortura se convirtió en sistema, el asesinato y la desaparición de militantes políticos y sindicalistas una costumbre que los militares argentinos aplicaron sin remordimiento.
Para el Diputado Julio Aldáz “las Madres de Plaza de Mayo se transformaron en el símbolo de la dignidad y la resistencia ante el silencio y la opresión y junto a las Abuelas de Plaza de Mayo, que se dedicaron a la búsqueda de sus nietos, se convirtieron en los sectores más activos de oposición al régimen militar.”
Seguidamente indicó que la repercusión de la Historia Oficial dirigida por Luis Puenzo, “constituyó en todo un emblema de la nueva etapa democrática iniciada en Argentina en diciembre de 1983, donde relata la lenta y progresiva toma de conciencia de una profesora de historia que descubre que su niña adoptiva es hija de una pareja de desaparecidos. La película es una metáfora de lo que nos sucedió a millones de argentinos en el transcurso del gobierno militar, que fueron descubriendo lentamente las aberraciones del régimen”.
Durante nueve meses la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) reunió miles de declaraciones de sobrevivientes, familiares y testigos y publicó el informe NUNCA MÁS que es una descripción terrorífica de la Argentina durante la dictadura militar, donde se constató más de 300 centros clandestinos de detención, la confirmación de la muerte de mucho de los desaparecidos, detalló gráficamente las torturas, siendo una demoledora condena al proceso, donde la represión y la matanza de personas habrían sido fruto de una política premeditada de la Junta Militar encabezada por Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Agosti.
Para el legislador, la desaparición de Jorge Julio López, uno de los principales testigos del histórico juicio en el que fue condenado a prisión perpetua el represor Miguel Etchecolatz, movilizó al país y a los organismos de Derechos Humanos, siendo un mensaje claro y directo de quienes ejercieron el terrorismo de estado en la década del setenta, tratando de intimidar a futuros testigos o impedir su participación en futuros juicios para amedrentar no sólo a los testigos sino al pueblo todo y dirigida a garantizar la impunidad de los genocidas.
Como dijera el Premio Nobel de la Paz 1.980, Adolfo Pérez Esquivel “la memoria nos ayuda a iluminar el presente y a generar el futuro en la vida de los pueblos y en nuestras propias vidas. La historia es memoria de la vida de los pueblos que se fue construyendo en el tiempo entre luces y sombras, entre el dolor y la resistencia. La República Argentina fue sacudida y violentada por la última dictadura militar con sus mecanismos del terror, metodologías que llevaron al asesinato, torturas, desaparición de personas, destrucción de la capacidad productiva del país y los miles de exiliados dispersos en el mundo, están siempre en nuestra memoria”.
