Lunes 21 de Diciembre de 2009, 12:26

Aldáz recuerda diciembre del 2001 como el epilogo de la crisis

| El Presidente del IAPV, Julio César Aldáz recordó los hechos acontecidos en diciembre de 2001 que dejaron violencia, represión y una treintena de muertos en todo el país. Durante esos días, desfilaron por nuestras retinas las imágenes televisivas de desesperación, gritos, llantos, violencia, destrucción, y caos, donde perderían sus vidas en nuestra provincia, Romina Iturain, Eloisa Paniagua y José Daniel Rodríguez, transformándose las ciudades de Concordia, Paraná, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú en epicentros de grandes saqueos, afirmó el entonces intendente de Basavilbaso.

El funcionario indicó que le tocó encabezar el gobierno municipal de la ciudad del riel, cuando como resultado de múltiples y persistentes equívocos a lo largo de casi un cuarto de siglo, la Argentina "estalló" en diciembre de 2001, como "epílogo terminal de una crisis que nos tenía acorralado a todos y que ya mostraba claras muestras de ebullición cada vez mayor en especial en nuestra Entre Ríos". Aldáz dice que el objeto de su reflexión sobre lo ocurrido es hacer un "ejercicio de memoria colectiva, de autocrítica, de que comencemos a ser honestos con nosotros mismos, más reflexivos, más justos y menos sectarios, excluyentes, atribuyendo siempre las culpas y las responsabilidades a "los otros", sin asumir que todos, absolutamente todos por acción u omisión hemos sido partícipes en mayor o menor medida de esa crisis que produjo los índices más altos de desocupación, los niveles de pobreza e indigencia más nefastos, que en los "manotazos" para paliar la hecatombe se recurrió al "corralito", al "corralón" a las cuasi monedas, a los despidos para concluir en una violenta represión ante la manifestación social con el saldo de muertos y heridos que seguramente recordamos". Recordó que en nuestra ciudad el cierre del frigorífico avícola, de la empresa constructora vial (Hornus y Cía.), de innumerables comercios, la caída de planes sociales, la falta de insumos mínimos para la salud, la circulación excluyente como moneda de cambio de los Bonos Federales, el endeudamiento -refinanciado año a año a través de una década- del sector productivo (especialmente el agropecuario) "nos hacía preguntar cotidianamente si estábamos representando a la comunidad para administrar una situación así o teníamos la obligación de generar paliativos, proyectos, estrategias que pudieran revertir tanto la situación social como la anímica de los convecinos encendiendo alguna luz de esperanza, recurriendo a la proverbial solidaridad basavilbasense para asistir a los más necesitados a la vez de prevenir y evitar los saqueos a los comercios que ocurrían en otras ciudades". "Desde lo más elemental a lo más ingenioso se practicaba y ejecutaba cotidianamente. Casi como un símbolo clarividente fue reducir los sueldos y dietas de funcionarios y concejales desde el primer día de la gestión, como fortalecer el accionar del comedor comunitario, agregar entrega de leche, de alimentos y remedios (canjeándolos por impuestos municipales). Todo ello, es bueno evocarlo, no nos trajo una buena imagen pública, ya que sumado al ordenamiento administrativo, a la planificación estratégica de elaborar proyectos para presentar ante la provincia y la nación, la gente -en su soberana determinación electoral- permitió la continuidad gubernamental local, por escaso margen de votos. Pero el esfuerzo y el sufrimiento de todos los habitantes dieron sus frutos: se disminuyó la pobreza, la marginación, la desocupación (aunque falta mucho todavía por realizar), se aumentó la producción, la rentabilidad, el trabajo registrado, los haberes de activos y pasivos, se desendeudaron los productores, merced a la caída de la convertibilidad y la relación cambiaria aprovechando una situación internacional favorable, despegando los precios internos de los valores para exportación, reapareció el crédito, la financiación en cuotas, etc. etc. Y una multiplicidad de cambios, que contribuyen a que en vez de recordar de donde salimos para establecer un derrotero correcto hagamos gala de nuestros proverbiales olvidos y omisiones. Con la íntima convicción de que tenemos que renovar cotidianamente nuestro compromiso social y comunitario trabajando y gestionando por un Basavilbaso, una Entre Ríos, una Argentina cada día mejor", reflexionó el ex intendente. Aldáz instó a que "nunca más se produzcan en nuestra patria sucesos similares a los ocurridos aquellos días de 2001", porque costaron vidas y mencionó a las víctimas de nuestra provincia Romina Iturain, Eloisa Paniagua y José Daniel Rodríguez y recordó la figura Claudio "Pocho" Lepratti, un militante social entrerriano que realizó un intenso trabajo comunitario dirigido a niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad social en la ciudad de Rosario, quien supo hacer del compromiso con los más desposeídos una forma de vida y fuera asesinado por fuerzas policiales santafesinas. Finalmente Aldáz sostuvo que "ellos permanecerán inalterables en la memoria de todas las personas que siguen luchando por sus ideales con solidaridad, participación y perseverancia en la tarea diaria de construir una sociedad más justa y lograr la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos".