Alejandro Guyot presentó su libro "Brumarios" en Bas

"Mucho tengo para contar, pues nuestra infancia y adolescencia está cargada con el recuerdo de aquel sonido de la campana riel de la Escuela Nº 9, con el recuerdo de los amigos que supimos conseguir", dijo [imgTexto=1259512997.jpg]Marta Guyot[/imgTexto], tía del autor del libro, y quién fue la encargada de comentar el libro y abrir lo que fue una velada muy emotiva. Con emoción la ex convecina habló de la memoria, que como dice Alejandro Guyot "pertenece a los humanos", quienes tenemos ese privilegio de ejercitarla, una "facultad justamente que nos da el placer de desplazarnos permaneciendo casi inmóvil, cuando en realidad lo que se desgarra es la luz. Es la imagen la que retrocede...entonces es por eso que estamos aquí, en Basavilbaso, porque las imágenes más luminosas pertenecen a esta ciudad porque Alejandro se crió escuchando los cuentos de su abuelo, sus canciones, las anécdotas de su abuela y sus tías y de su padre". "El recuerdo es el punto de partida y el punto de llegada", afirmó Marta Guyot en el tramo final de su exposición, y se apuró en mencionar que las palabras contenidas en "Brumarios" dibujan este fenomenal movimiento que puede realizar nuestro espíritu cuando adopta una actitud imprescindible, la paciencia. "Porque es justamente la paciencia donde se contiene todo el tiempo, el que pasó, el que es y el que vendrá", afirmó entendiendo que en ese sentido el libro "es un libro aún inconcluso". Luego, con voz entrecortada por la emoción, reconoció que se cumplía el deseo del escritor de presentar su obra en Basavilbaso, gracias a la buena voluntad, entusiasmo y afecto "de mi amigo Enrique (García)", y finalmente recordó, entre lagrimas, a sus padres, los abuelos del autor, a los que imaginó "abrazados y sonriendo". [imgTexto=1259512956.jpg]El novel escritor, visiblemente emocionado, leyó un par de sus poesías y casi de inmediato tomó la guitarra, y para justificar que tocarla no era su fuerte se apresuró en aclarar que era de su hermano, y rápidamente se colocó en el rol de cantante de tangos[/imgTexto]. La voz de "34 Puñaladas" recordó emocionando que cuando se presentó por primera vez en el Café Tortoni sus tías, las hermanas de su papá, fueron a escucharlo y que desde el escenario las veía llorar, sin parar. "Una vez al terminar el show les pregunté qué era ese papelón de andar moqueando y me dijeron: "Nene, hiciste todos los tangos que cantaba tu abuelo". Para el final Guyot, que sumó a Enrique García, en guitarra, y luego a Miguel Neira, que cantó un par de tangos, inundó el salón de la biblioteca "Luz Obrera" de esas melodías que se escucharon por años es la casa de sus recordados abuelos ferroviarios.[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=-ZCG0I2owNg[/youtube]