Battilana: el golpe inauguró una forma atroz de desigualdad

"La celebración del retorno de la democracia en el año 1983 apenas puede ocultar la magnitud de la transformación, la definitiva destrucción de una Argentina profundamente conflictiva pero vital y su reemplazo por otra, democrática, pero exigua y empobrecida, que 30 años después aun no alcanzara a cobrar forma. Los militares se propusieron no solo restablecer el orden sino eliminar de raíz las causas profundas de los conflictos. “Extirpar el tumor” nos da una idea del método imaginado: el secuestro, la tortura, la detención en campos clandestinos y la desaparición final. La represión se extendió a todo tipo de militancia social y política, obreros y estudiantes, sacerdotes, abogados y periodistas fueron los grupos mas castigados. Este nuevo golpe de estado comenzaba así el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional que, paradójicamente, abriría profundas heridas en la sociedad Argentina, además de perjudicar la economía, especialmente el sector industrial. Las primeras medidas del gobierno militar consistieron en suspender la actividad política, prohibir a las agrupaciones de izquierda, mantener el estado de sitio, crear consejos de guerra y volver a instalar la pena de muerte. Tras la reinstauración de la democracia en 1983, se comprobó la existencia de cientos de centros clandestinos de detención. Las agrupaciones defensoras de los derechos humanos, demostraron la desaparición de 30 mil personas. Una gran campaña de desprestigio contra el peronismo, la democracia, el gobierno constitucional y en general contra la soberanía del pueblo. Todo absolutamente todo fue invadido por esas verdaderas bandas que despojaron a cuanta legitima autoridad hubiera en cualquier parte bajo la sospecha de haber colaborado con el gobierno institucional, sea peronista o no peronista, porque ella era prueba suficiente y condena definitiva de ser corrupto-subversivo. El golpe inauguro una forma atroz de desigualdad. Hoy a 30 años somos responsables de la consolidación de una sociedad que no sea excluyente de los sectores empobrecidos y el poder económico. Debemos tener memoria, todos los 24 de marzo recordemos las marcas que dejo la dictadura en la cultura de nuestro país", expuso Pela Battilana. La concejala, presidente del bloque oficialista, terminó su intervención pidiendo un minuto de silencio "para que esto no ocurra nunca más", dijo.