Viernes 5 de Marzo de 2010, 10:39

Condenan a un hombre, oriundo de Villa Mantero, por violar a su hija

| Un hombre que fuera detenido el año pasado, acusado de violar a su propia hija de solo siete años, recibió ayer su condena tras ser sometido a juicio oral a puertas cerradas, en los Tribunales uruguayenses. Se trata de Juan Francisco Gómez de 56 años, un peón rural que es oriundo de Villa Mantero, que al momento del hecho, vivía junto a su familia en la Estancia Los Chinos.


El incidente que llevó a juicio a Gómez, ocurrió el 4 de octubre de 2008. Según se informó en aquella oportunidad, este hombre y su esposa llevaron a la niña al médico de la localidad de Herrera, diciendo que la menor fue atacada por un perro labrador de gran tamaño, que al parecer la había violado. El médico, dadas las características de las lesiones, derivó a la paciente al hospital Justo José de Urquiza, donde los médicos corroboraron lesiones anales y vaginales que no se condecían con los relatos de la pareja. Esto motivó el inicio de las actuaciones y una causa en el Juzgado de Instrucción Nº 2, a cargo de la hoy fallecida jueza Estela Natal de Rebossio, quien sin dudar un instante ordenó la realización de allanamientos en la vivienda de la víctima y la detención del padre como principal sospechoso del abuso. La para nada errónea suposición de la magistrado, llevó al procesamiento de Juan Francisco Gómez, por el supuesto delito de abusos sexual con acceso carnal calificado por el vínculo. El hecho y esta determinación judicial causó estupor en la pequeña localidad del departamento Uruguay, que todavía seguía conmovida por el recordado caso Garelli, ocurrido cuatro años antes (fines de octubre de 2004). La instrucción llevó a la realización de una infinidad de testimoniales a personas relacionadas a este grupo familiar y conocidos que aportaron datos muy valiosos. A esto se sumaron elementos secuestrados, estudios físicos en la menor, y los informes de psicólogos que analizaron a la víctima y al hasta entonces sospechoso. Respecto a las heridas y las versiones de los padres, se llegó a la conclusión de que el relato era increíble, sobre todo por el tipo de lesiones vaginales de la menor, que finalmente relató que el autor de este ataque había sido Gómez, destapando la mentira inicial, a la que la propia madre accedió dado su desconocimiento del hecho en sí y su sometimiento a la fuerte personalidad del acusado, a quien los estudios lo daban como un hombre antisocial, con personalidad límite, falta de frenos y con rasgos esquizoides, señalándose que este hacía uso violento de su poder que ejercía producto de su posición en la estructura familiar de carácter patriarcal. [b]El juicio[/b] Llegó el día del debate y Juan Francisco Gómez fue representado por el defensor Oficial, Eduardo Bernasconi. En el debate estuvo presente la representantes del Ministerio Pupilar, Susana Charreun y como fiscal de Cámara Diego Young. Tres testigos pasaron frente al Tribunal presidido por la vocal Mariela Rojas de Dipretoro, quien fue secundada por Marta Cristina Bonifacino y Alberto Seró. Tras la lectura de la requisitoria fiscal donde se detallan los pormenores del aberrante caso y los elementos tenidos en cuenta para la elevación a juicio, se pasó a los testimonios y los alegatos. Finalmente los vocales pasaron a deliberar para determinar la condena, lo que fue informado cerca del mediodía. Si bien no se dio lectura a los fundamentos, se señaló que Juan Francisco Gómez fue encontrado responsable de los cargos del “delito de abusos sexual con acceso carnal calificado por el vínculo”, por lo que se lo condenaba a 9 años de prisión. Tras la lectura, el depravado fue nuevamente llevado a su lugar de alojamiento en la cárcel de Gualeguay, ya que al parecer tuvo inconvenientes en la Unidad Penal Nº 4 de Concepción del Uruguay. Fuente: Pablo Bianchi.