Viernes 25 de Noviembre de 2011, 11:10

Día de la No Violencia contra la Mujer

| “Es en la familia donde comienzan a desarrollarse valoraciones inequitativas entre mujeres y varones. Esto continuará en la escuela, el trabajo, grupos de pares, etc. y en cada lugar se reproducirán características que la cultura establece como apropiadas respecto a esto, con resultados negativos para ambos”, afirman desde el Área de la Mujer y la Familia de la Municipalidad de Basavilbaso al hacer un llamado a luchar por un futuro libre de violencia.

Desde la repartición se sostiene que la Violencia es un acto dirigido hacia una o varias personas con la intención de dañarlas. El poder, el control y el dominio, son los móviles específicos de las situaciones violentas, pudiendo manifestarse las mismas de manera colectiva, o individual. También propician la violencia las relaciones de desigualdad e inequidad que se ejercen con frecuencia hacia menores o ancianos, y hacia personas consideradas débiles o vulnerables desde el punto de vista físico, mental o social. Uno de los sistemas de relaciones desiguales en los que se expresa la violencia, es entre los géneros. Con este nombre se designa al conjunto de prácticas, representaciones, normas y valores que cada sociedad construye para moldear la identidad de hombres y mujeres. Definimos a la Violencia de Género, como cualquier acto que implica el uso de la fuerza con el fin de perpetuar o promover las relaciones jerárquicas de género. Ahora bien, si las relaciones de género en nuestras sociedades son con dominación masculina, no es difícil entender por qué gran parte de la Violencia de Género se concentra en forma especial contra las mujeres; esto se manifiesta por el desequilibrio de poder existente entre unos y otros. La mujer maltratada debe saber que no es culpable de la violencia ejercida sobre ella, nada justifica ese fin. Es necesario cuestionar toda forma de subordinación o dominio, y reconocer que toda persona tiene derecho a una vida libre de violencia. Dice Michael Kaufman: “Si ocurriera entre países, la llamaríamos guerra; si fuera una enfermedad la llamaríamos epidemia. Si fuera un derrame de petróleo, lo llamaríamos desastre. Pero le ocurre a las mujeres y es un asunto de todos los días. Es la violencia contra las mujeres, es el acoso sexual en el trabajo y el abuso sexual de las jóvenes. Son los golpes que sufren millones de mujeres todos los días. Es una violación en casa y en una cita amorosa, es el asesinato”.