Sábado 15 de Agosto de 2009, 19:24

El HCD creó por Ordenanza una Feria Comunitaria

| El HCD aprobó por unanimidad la creación de la "Feria Comunitaria", iniciativa que fuera impulsada por los concejales justicialistas María Paula Formigo y Martín Arévalo. La norma que en sus orígenes era muy escueta terminó siendo de 29 artículos, que contienen desde la definición de feria, derechos y obligaciones y la reglamentación para su funcionamiento.


La norma define a la Feria Comunitaria al conjunto de puestos móviles que funcionen en un "espacio publico autorizado por la municipalidad" con el objeto "exclusivo" de la "exposición y venta minorista de productores alimenticios, fruti horticultores, de granja, panificados, regionales, y artesanías de los productores". Además establece como obligatorio que los feriantes sean "los mismos productores", especialmente los productores familiares que tienen a esta como principal fuente de ingreso "quedando expresamente excluidos los intermediarios". La concejal Formigo explicó que la Municipalidad "abrirá un Registro de feriantes que mantendrá siempre actualizado. Para incorporarse al mismo, los productores interesados presentarán una solicitud por duplicado a la municipalidad la que, una vez comprobada que cumplan todos los requisitos establecidos en el presente, otorgará la autorización respectiva y los incluirá en el Registro". Por otra parte aclaró que la solicitud "tendrá carácter de Declaración Jurada". La edil justicialista resaltó que la Municipalidad se reserva "establecer el rango de precios, entre un mínimo y un máximo, al cual serán ofrecidos los productos. Al hacerlo, tendrá en cuenta al carácter social y de fomento de la feria, además de las condiciones del mercado. Cuando la venta sea al peso, el puesto deberá tener una balanza". Seguidamete explicó que en referencia a la producción de verduras las que podrán ir a la Feria son sólo aquellas que procedan de huertas orgánicas (sin el agregado de ningún producto que altere este proceso) y los productos envasados "deberán tener una etiqueta en la que se aclare tipo de producto, nombre del productor, zona de origen, precio, fecha de elaboración y vencimiento y peso en gramos". La Ordenanza sancionada este viernes faculta al Departamento Ejecutivo Municipal a "excepcionar" a los feriantes del pago de la Tasa de Comercio e Higiene y "fijar un monto mínimo mensual" que deberá abonar cada feriante para la mantención del espacio físico de la Feria. El municipio tendrá la potestad de designar al personal que considere oportuno para la "fiscalización bromatológica, de higiene, de sanidad y cualquier otra que fuere necesaria, de los productos de la feria", y a fin de asegurar derechos de los consumidores se faculta al D.E.M. a celebrar convenios con organismos competentes para el control y fiscalización de condiciones sanitarias de higiene. "El objetivo que nos hemos trazado con este proyecto es colaborar con los emprendedores en la comercialización de sus productos", dijo Arévalo. El edil afirmó que el Honorable Concejo Deliberante del que es parte "promueve la venta directa creando un espacio ferial para ello, con la intención de que se ofrezcan productos de excelente calidad, naturales, artesanales, teniendo en cuenta como fundamental premisa el comercio justo y solidario". Para Arévalo las Ferias son "símbolo" de un proceso de construcción de una sociedad inclusiva ya que en ellas "se generan redes solidarias de producción, circulación y consumo de alimentos sanos. Además promueven emprendimientos sociales desarrollados por vecinos de la ciudad que se encuentran excluidos del mercado laboral; se apuesta a la convivencia y a la solidaridad como herramientas fundamentales para la integración social", exclamó. Más adelante el legislador, ante un puñado de pequeños productores y artesanos que seguía con atención el desarrollo del plenario, afirmó que "la falta de empleo y correlato en la falta de cobertura social obliga al municipio a asumir cada vez mayor protagonismo en las políticas sociales y en el desarrollo económico local. Para atender esta situación, el trabajo radica en la integración social de grupos de familias, contribuyendo a la integración social, la superación de la pobreza, el mejoramiento del hábitat y ambiente urbano posibilitando redes solidarias de producción circulación y consumo de alimentos sanos. Este es el aporte que la gestión hace para el desarrollo de la economía social y la integración en el circuito productivo de las familias que tiene ganas de progresar y ofrecer el producto de su trabajo y su esfuerzo a los demás vecinos...esperamos que esta experiencia resulte beneficiosa y sea aprovechada", concluyó. Por su parte la concejal Noelia Reyes (UCR) se mostró complacida en apoyar la iniciativa, la que si bien fue impulsada por dos ediles del oficialismo "todos tuvimos la oportunidad de trabajar y enriquecerlo. Algo que ocurrió especialmente con el aporte de los mismísimos interesados y las experiencias recogidas de otras localidades". Reyes asegura que la reglamentación de la norma permitirá un espacio que saque de la informalidad a numerosos vecinos, la mayoría gente joven, que realizan agricultura urbana o son artesanos y que hasta la fecha no tenían posibilidades de tener un lugar donde ofrecer su producción. La edil radical consideró que se abre un canal estratégico para fomentar la cultura del trabajo y luchar contra la pobreza. Finalmente aclaró que la norma “no es contra nadie”, que “sirve para transparentar una situación que se venía observando en la ciudad” y que con la intervención del Estado municipal se garantiza la calidad de los productos al consumidor.