Lunes 30 de Noviembre de 2015, 18:13

El Padre Raúl celebra sus bodas de plata sacerdotales

| Este lunes, 30 de noviembre, la comunidad de la parroquia “San José Obrero” celebró los 25 años de ordenación sacerdotal de su párroco, Raúl Läderch.


En el tempo, a las 10:30 horas, los Sacerdotes de la Diócesis -entre los que estaban Alcides Rougier y Raúl Benedetti de Zan (que fuera Sacerdotes en la ciudad)- y el Obispo, Monseñor Jorge Lozano celebraron una Misa de acción de gracia. [audio="./public/archivo/audios/n_565ce861e9f00.mp3"]Raúl Läderach[/audio] En el tramo final de la ceremonia el Padre Raúl dijo: "comparto con Ustedes el proceso del cual se ha valido Dios para que hoy esté celebrando las "Bodas de Plata" Sacerdotales". Seguidamente contó a los presentes que en la ciudad de Chajarí, donde hizo la primaria, "teníamos una hora de Catequesis por día (las clases comenzaban a las 8 de la mañana) y los Hermanos Maristas -con gran entusiasmo- nos explicaban el Evangelio. Utilizábamos un libro de Editorial Gram, y para la Primera Comunión nos tomaban -de memoria- las 100 preguntas del Catecismo de San Pio X". De aquellos años el religioso recordó "muy especialmente" al Hermano Godofredo, "un eximio narrador de los cuentos recopilados por los Hermanos Grimm. Con ellos nos entretenía largamente...". Läderach dijo más adelante que sus aspiraciones eran estudiar alguna profesión, formar una familia y hacer carrera en el mundo, "para lo que tenía el apoyo de mis padres Delia y Juan Carlos", pero "un buen día quedé deslumbrado por una Catequesis del Hermano Marcelo, y desde mis entrañas surgió una emoción y un juicio: ¡Qué hermosura éste tipo! Y una voz interior me dijo: "vos podes ser uno igual", a lo que me negué inmediatamente...era ir contra todo lo que yo pensaba para mi de la vida. Pero eso de "vos podes ser uno igual" no me abandonaba, y una y otra vez afloraba en mi conciencia, me perseguía y así viví una situación de conflicto hasta que me paso lo mismo que Jeremías, fui vencido. A Dios no se le puede decir que no", exclamó. En otro pasaje cuenta que a su Papá lo trasladaron a Concepción del Uruguay y consecuentemente lo hizo toda la familia. En La Histórica frecuentó la Basílica “Inmaculada Concepción”, donde se encontró con el Padre Víctor Bonnin, "quien siempre me prodigó un particular cariño" y la Capilla del Colegio "Sagrado Corazón", donde estaba el Padre José María Ortuondo. Recuerda que participaba de la Misa los sábados por la tarde, y que en una oportunidad le prestaron un libro sobre la vida de San Juan Bosco de Aufray y "a partir de su lectura un nuevo mundo interior se va gestando. ¿Qué hago? ¿Hermano Marista o Sacerdote Salesiano? Y me fui inclinando por lo segundo", contó. Läderach reconoce que su padre "tenía otros proyectos para mí", pero que cuando le dijo lo que sentía que tenía que hacer "no opuso ninguna resistencia. Me acompaño en todo". La charla con su papá se reanudó años después, cuando completó el Secundario, y a partir de ese momento comenzó el camino de la formación en la Congregación Salesiana, y de esa época menciono a Padre Enrique Caballero, "que hizo una hermosa Misa de despedida". De la etapa posterior, la del noviciado Salesiano recordó "muy especialmente" al Maestro de novicios el Padre Rafael Ruiz, "que con gran intuición psicológica me ayudó en la dirección espiritual". Läderach también destacó, en su paso por la Congregación Salesiana, al Padre Blas Prieto, al que califico de "eximio confesor", y al Padre Francisco Leocatta al que consideró su formador en filosofía. Y justifico su llegada a la Diócesis de Gualeguaychú "por esas cosas de Dios, que escribe derecho con líneas torcidas". Luego mencionó que en el Seminario Diocesano los Padres Jorge Almeida y José María Aguilar lo guiaron en los tramos finales de la formación inicial. Pero también -aclaró- hubo un grupo de laicos que a su modo "me orientaban en la formación sacerdotal", y "me acompañaron", mencionando -entre otros- a Hugo Ocampo, Raúl Lauría y a la familia de Hugo y Aurora Boffeli, padres de Julio que también es Sacerdote. Visiblemente emocionado el Párroco de "San José Obrero" mencionó con gratitud que el Padre José María Palavecino, de la Basílica uruguayense, (un entusiasta de los cantos) preparara con "mucho esmero" la celebración de la Ordenación. "No he tenido mucho tiempo para meditar más acerca de la condición Sacerdotal", dijo el Padre Raúl en otro tramo al admitir que si se hizo tiempo para una Confesión General "con un Sacerdote que no me conocía", y quien le dijo dos cosas: "cuanto bien has hecho a lo largo de tu vida", a lo que "humildemente tengo que reconocer que es cierto...muchas veces sentí que influí positivamente en la vida de las personas, que fui causa de aliento, y que ayudó a liberar de pecados... También tengo que reconocer que al tiempo Sacerdotal no siempre lo viví con toda intensidad". "Lo segundo que me dijo fue un llamado a profundizar el corazón sacerdotal, y esto también es valido para todos...lo hacemos en la medida en que crecemos en la practica de criterios comunes, en la valoración de la jurisdicción de cada uno, en la sinceridad y el aprecio mutuo. En fin, valorando la misericordia que acentúa el Papa Francisco con la devoción a la verdad que profesaba y profesa Benedicto XVI. Por ello es que tengo mucho para agradecer: a Dios, a la Congregación Salesiana, a la Diócesis de Gualeguaychú y a todos Ustedes", finalizo.