Lunes 12 de Mayo de 2008, 23:32

Emprendedores locales cuestionan que no llega el financiamiento que le

| Desde hace dos años, un grupo de microemprendedores de Basavilbaso espera que la subsecretaría de la Juventud de la provincia les entregue el financiamiento que les otorgó la Dirección Nacional de Juventud (Dinaju), dependiente del ministerio de desarrollo social de la nación, para poder instalar un emprendimiento productivo de cultivo de estevia, informó uno de los gestores de la iniciativa, Roberto Levitsky.

Levitsky señaló que “aproximadamente en agosto de 2006 intentamos comenzar un emprendimiento productivo de cultivos orgánicos, y averiguando nos surgió la idea de cultivar estevia, que en esa época era una planta totalmente desconocida”. “La idea era formar un grupo de personas original para luego sumar más gente y formar una cooperativa”, contó. Comentó que “a través del área joven del municipio y con la mano grandísima del viceintendente de aquella gestión, Silvio Valenzuela, nos informamos de la posibilidad de conseguir subsidios para comenzar a instalarnos y pudimos presentar todos los formularios a la Dirección Nacional de Juventud (Dinaju) para solicitar financiamiento”. “Ese trámite demoró casi seis meses, y ante la falta de respuestas nos comunicamos con los responsables en Buenos Aires, que nos informaron que estaba adjudicado el financiamiento y que teníamos que averiguar en Paraná”, sentenció. Ante ello, comenzaron una serie de reiterados llamados, reuniones, consultas y reclamos pero “nunca hubo respuestas desde la subsecretaría de la Juventud”. “Nos dicen que no fue acreditado nada desde nación, pero contrariamente desde Dinaju nos dicen otra cosa. Intentamos averiguar por la situación en otras áreas de Casa de Gobierno e incluso con quien era diputado en ese momento, que es oriundo de Basavilbaso, César Aldáz, pero tampoco tuvimos respuestas”, denunció Levitsky. Ante esto, aseguró que “la misma situación vivieron un montón de emprendedores con otros proyectos de otras localidades, como una fábrica de cerveza artesanal de Nogoyá, a quienes nunca les llegó nada”. “Ya no sabemos qué pensar. Hace dos años firmamos un comodato con el municipio por unos terrenos, pero no los entregan porque no han llegado las cosas desde la nación”, criticó. Vale recordar que semanas atrás se informó que productores de Concepción del Uruguay y Concordia se reunieron con el vicegobernador de la provincia, Eduardo Lauritto, y con funcionarios de la secretaría de la Producción de la provincia, quienes se comprometieron a brindarles capacitación para mejorar sus producciones de stevia. Pese a la desazón por esta situación, el productor contó a esta Agencia que “con ayuda de la municipalidad y con una importante inversión de nuestro bolsillo comenzamos a cultivar”. “Pese al poco volumen que producimos, integramos la cooperativa de productores de orgánicos y estevia de Concepción del Uruguay y en este momento comercializamos la hoja de la planta a la cooperativa”, contó. Especificó que “es un cultivo de autogestión” ya que “comenzando con 10 mil plantas, al año siguiente se pueden obtener entre 40 y 50 mil”, y se lamentó que “la idea era poder entregar plantines, a través del municipio, a beneficiarios de planes jefes de hogar para que ellos puedan producir de manera familiar, pero todo eso quedó en proyectos”. La estevia se consume en el mundo entero, aunque los principales países que la consumen son China y Japón. Tiene aproximadamente 160 propiedades medicinales, específicamente para la diabetes, el colesterol, la presión, para adelgazar, para las caries, entre otras. Es un cultivo innovador y muy rentable. El consumo, ya sea como hierba o como productos industrializados, está destinada a sustituir el uso de edulcorantes sintéticos como el aspartame, sacarinas, ciclamatos, productos que cada vez son más cuestionados por presentar efectos tóxicos e incluso alguno de ellos cancerígenos a los usuarios que son, en su mayor parte, diabéticos, obesos o simplemente personas dispuestas a mantener o bajar de peso. Asimismo se estima que en un futuro está planta está destinada a reemplazar al azúcar de sacarosa o azúcar de caña por los efectos perjudiciales que tiene a la salud humana. En Paraguay, de donde es originaria, los indios guaraníes ya la utilizaban para endulzar y la llamaban kaá - heé, lo que en su lengua significa: hierba dulce. Los niños guaraníes chupaban sus hojas a modo de golosina. Hay citas de los jesuitas misioneros que indican que los indios tomaban una infusión amarga a la que cada tanto endulzaban con una hierba dulce. La infusión amarga es el mate y la hierba dulce, la estevia. Fuente: AIM.