EVITA SE DEDICÓ A SERVIR AL BIENESTAR DE LOS DESPOSEÍDOS

Para Aldáz "fue responsable de incluir al pueblo trabajador como un actor social de importancia y fundamentalmente a la mujer, a la que dio herramientas, para que pudiera vivir dignamente, siendo para la inmensa mayoría de los argentinos, el puente tendido entre las esperanzas del pueblo y las manos realizadoras de Perón". Seguidamente el legialdor destacó que "Evita como gustaba que la llamaran sus descamisados, rompió con los precedentes históricos y definió una nueva modalidad de hacer política nunca antes vista. Mujer tenaz, emotiva, cuya personalidad suscita, aún hoy una inagotable fascinación. Introdujo la ética de la solidaridad, enalteció la política convirtiéndola en un instrumento de justicia, hizo del amor el fundamento de su acción, sus mensajes, su lenguaje y sus sentimientos generaron un amor irrenunciable y un odio irracional". "La entrañable compañera Evita se convirtió en el alma del Movimiento Nacional Justicialista, su esencia y su voz, transformándose en destinataria de las inquietudes, sufrimientos y carencias del pueblo argentino. Sufrió personalmente en su niñez, y tal vez por eso luchó tanto por los niños y los ancianos y su labor social se extendió a toda la sociedad. Ella nos requiere hoy y siempre, luchar por la justicia social y la solidaridad, hacer de la política un arte para servir al prójimo, para lograr una igualdad de oportunidades para todos los hombres, bajo el abrigo del peronismo como acción transformadora de la Patria y su tarea se proyecta en la actualidad sin perder vigencia. Para el ex intendente de Basavilbaso, Eva Duarte de Perón se atrevió a desafiar las estructuras políticas de su época y entró en la historia con luz propia y supo ser fiel a la misión que se dedicó a servir al bienestar de los más desposeídos. Su vida fue una muestra de fuerza y coraje, que emocionaba hasta las lágrimas su amor por el pueblo, que fue intenso y verdadero Hoy millones de argentinos te recordamos con profundo cariño y agradecimiento. Como Evita decía "quiero hacer hasta el último día de mi vida la gran tarea de abrir horizontes y caminos a mis descamisados, a mis obreros, a mis mujeres.(....)Tal vez un día, cuando yo me haya ido definitivamente, alguien dirá de mí lo que muchos hijos suelen decir, en el pueblo de sus madres cuando se van, también definitivamente: ¡Ahora recién nos damos cuenta que nos amaba tanto!", dijo Aladáz.