Lunes 23 de Septiembre de 2013, 10:22

Hace 15 años se apagaba "la voz de Basavilbaso"

| La noticia de su muerte, que fue comunicada por la radio que había creado, enlutó a su Basavilbaso, el que lo reconoció como su voz.


Néstor Alfredo Gorge nació en el barrio porteño de Mataderos en el año 1944. Durante años soñó con ser parte del ferrocarril donde trabajaba su padre y varios familiares. Apenas termina sus estudios primarios en la Escuela Número 33 del barrio Oeste de Basavilbaso comenzó a frecuentar la sede de La Fraternidad donde fue un entusiasta colaborador de los docentes de la escuela de conductores, y en donde sin dudas alimentó su pasión por los trenes que completa con los años al incorporarse como obrero del riel. En diciembre del ’67 gana la calle "Rutor" una pequeña empresa de comunicación y sonido, que no tarda en popularizarse. Cada calle de la ciudad vio pasar una y otra vez su automóvil y dos bocinas que propalaban la realización de actos públicos, reuniones danzantes y ofertas de los comercios. Dueño de los primeros equipos transistorizados ameniza fiestas y se convierte en el maestro de ceremonias de los más importantes acontecimientos. Su presencia se transformó en cotidiana, y la propaladora que instaló en un lugar estratégico del barrio Centro le permitió comunicar los principales acontecimientos sociales de la comunidad. La actividad profesional no lo aleja de su compromiso social con el pueblo, el que abrazó como propio, y participa como integrante de la Comisión fundadora de la Escuela Especial Nº 10 “Ovidio Decroly”, de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Basavilbaso y el Museo de la Ciudad. Mientras “Rutor” se instala con fuerza en toda la zona, suma experiencia en la realización de programas de radio para LT 11 de Concepción del Uruguay, y servicio de corresponsalía para LT 27 de Villaguay. A mediados de los ’70, integra una sociedad que recupera una antigua sala de cine-teatro (Astral), donde fue operador y -según comentan sus amigos- “se las ingenia para crear un sistema que le permitía pasar largometrajes con sólo una máquina (proyector) y sin parar”. “El Turco”, como le decían, sentía que no había imposibles y su creatividad sin límites le permitiría encontrar algo que finalmente funcionara, y así fue. Sus ganas de innovar lo llevaron a utilizar la mágica pantalla del “Astral” para mostrar ante los ojos sorprendidos de los vecinos, cortometrajes y publicidades que se encargaba de realizar en Súper 8. Por esos años, muy fructíferos en ideas y proyectos, logra, no sin una enorme cuota de esfuerzo y sacrificio, trasformar la propaladora en un Servicio Complementario de Radiodifusión Sonora y el popularmente conocido como “Circuito Cerrado Rutor”, el que llevaba por cables, y hasta artesanales cajas (que el mismo construyó), los sonidos de la música del mundo, las principales noticias y la retransmisión de los eventos -particularmente deportivos- más importantes. La especial geografía de la ciudad del riel y una enorme y muchas veces infranqueable burocracia le impidieron que el proyecto se desarrollara completamente. Considerado “un hombre de la cultura”, a fines de los años ochenta, acompañando el boom de las FM surge, de la mano de dos empresarios foráneos, la primera estación local de radio. Sus propietarios rápidamente lo incorporan, pero para la “voz de Basavilbaso”, este sólo sería un paso, de algo más de 8 meses, hasta que el 15 de setiembre de 1988 finalmente pone al aire su FM que quizás influenciado por su primer pasión, la de los trenes, la llamó FM RIEL. Con su familia y su magia, su vida se transformó en el lugar del vínculo, la participación, la comunicación, por ende, el lugar de producción social, de elaboración de sueños, de concreción de hechos, de alcance de conocimientos, pero por sobre todas las cosas Néstor Gorge transformó su vida en cultivar una amistad de acero.