Lunes 26 de Agosto, 07:42

Humanizando las masas: la lucha obrera de ferroviarios de Basavilbaso 1916-1920

Sociedad | En el corazón del crecimiento ferroviario de Basavilbaso, un grupo de obreros se erigió como pionero en la defensa de los derechos laborales. En este artículo -primera parte de un trabajo de la Profesora Silvina Pérez- se rescata las historias de aquellos trabajadores anónimos que, entre huelgas y organización sindical, forjaron un camino de resistencia y dignidad en tiempos de explotación.


Las huellas del pasado nos conducen hoy a revelar el accionar de hombres que fueron artífices de luchas en los comienzos del movimiento obrero ferroviario local, enarbolando la bandera de los derechos de los trabajadores en épocas de explotación y de sindicatos incipientes.

Maquinistas, foguistas, limpiadores, guardas, mecánicos, señaleros, ajustadores, entre otros, son parte fundamental de una historia que merece ser contada.

Comprender la problemática que los atravesaba, conocer sus nombres, interpretar sus palabras y volver tras sus pasos nos permitirá incursionar en el apasionante mundo de los caminos de acero y sus protagonistas.

Si nos remontamos al origen de la ciudad el ferrocarril y la inmigración, en ese orden, constituyen sus elementos fundantes. El cruce del Ferro-Carril Central Entre-Riano en 1887 desde Paraná hacia C. del Uruguay dará origen a la estación “Gobernador Basavilbaso”.

En los primeros años la actividad de esta estación fue reducida debido al tráfico esporádico.

Las lluvias caídas en la provincia entre enero de 1888 y febrero de 1889 provocaron la suspensión total del servicio de cargas y la circulación irregular del tren de pasajeros y meses más después el corte de la línea. 1- La construcción de los nuevos ramales hacia Gualeguaychú y Villaguay que por razones topográficas cruzará por Basavilbaso la ubicará en el punto de empalme. 

La escasa rentabilidad del Central Entre-Riano y los efectos de la crisis de 1890 fueron determinantes para que el gobierno de la provincia efectivizara dos años después su transferencia a favor de la Sociedad Anónima The Entre Ríos Raylways Company, saldando así empréstitos extranjeros con los tenedores de bonos tomados para su construcción. 

Será conocido como el “Ferrocarril de Entre Ríos”, de capitales ingleses. En 1901 el gobierno autoriza a la empresa la construcción de un nuevo ramal desde Villaguay a Concordia que se unirá con los rieles del Ferrocarril del Este Argentino con dirección al norte.

A partir de 1908 se implementa el ferri boat para el cruce del río Paraná comunicando la Mesopotamia con Buenos Aires, uniendo los puertos de Ibicuy y Zárate.

El siglo XX posicionará a Basavilbaso como nodo de la red férrea, dejando atrás aquella estación intermedia para ser una de las más importantes de la provincia.

Debido al fluido movimiento que generado por esta actividad económica fue necesario proyectar su traslado hacia otro punto estratégico del pueblo, localizándola a la vera de las vías con sentido norte-sur, en su ubicación actual.

Se produjo así el arribo de ingenieros, técnicos, y operarios de origen inglés que dejaron algunos aspectos de su cultura como legado de aquellos tiempos.

El galpón de máquinas documentado en 1917 (de existencia anterior), la inauguración de la nueva estación con infraestructura para realizar maniobras con una cabina elevada desde donde se manejaban las señales, los cambios de vías y regulaba el tráfico, la construcción de viviendas típicas de la arquitectura ferroviaria y la instalación de los talleres, evidenciaron claramente un camino ascendente de esta actividad económica y la necesidad de la incorporación de mayor mano de obra.

El aumento de “brazos” trajo como consecuencia la conformación y afianzamiento de un nuevo grupo social con una identidad propia: los ferroviarios. Este grupo se irá fortaleciendo en la sociedad a través de las instituciones a las que dio origen y de las cuales participó activamente en la faz gremial, deportiva, cultural, política y cooperativista.

Podemos destacar entre ellas como pioneras a La Fraternidad, la Federación Obrera Ferroviaria, la Biblioteca Popular Luz Obrera, el Club Atlético, la Unión Ferroviaria y como dato significativo la “Cooperativa de consumos Entre Ferroviarios” fundada en 1918.

En la esfera política, los dirigentes obreros abogaban las ideas socialistas y anarquistas de la época. Con el ascenso de la Unión ´Cívica Radical al poder y su afianzamiento en la localidad, algunos dirigentes enrolados en sus filas ocuparon importantes cargos municipales.

Si bien se los referencia en forma “colectiva” como integrantes de un estrato social homogéneo del cual no emergen individualidades y jerarquías, el paso del tiempo aún no ha saldado una vieja deuda pendiente, ya que los protagonistas de antaño continúan siendo “obreros anónimos”.

En esta búsqueda emergen apellidos que han tenido una larga trayectoria familiar ferroviaria en la comunidad, mientras que otros resultan prácticamente desconocidos debido a los trasladados hacia otros destinos.

Los maquinistas y foguistas que participaron en los primeros años de La Fraternidad fueron en su mayoría hijos de inmigrantes italianos y españoles, que ingresaron al mundo laboral a temprana edad.

Para ser maquinistas debían pasar por distintas instancias dentro de la carrera de conducción; los limpiadores que aspiraban a prestar servicio de foguistas interinos debían cumplimentar una serie de requisitos: no padecer defectos visuales y rendir un examen que demuestre conocer las cuatro reglas fundamentales: saber hablar, leer y escribir en castellano y conocer las señales de peligro, entre otros.

Los conductores de locomotoras con aspiraciones de ascenso tenían algún grado de instrucción primaria, no exigido para ser un peón. Para difundir el conocimiento entre “las masas laboriosas” los miembros más instruidos propiciaron su divulgación a través de espacios de aprendizajes teórico-prácticos, logrando la adhesión del resto de los camaradas.

Así surge en 1919 una biblioteca auspiciada por la F.O.F. (Federación Obrera Ferroviaria-filial local), cuyo nombre “Luz Obrera” refleja la finalidad de iluminar la mente de los trabajadores para lograr la redención en la lucha por sus derechos.

Uno de sus fundadores recordando sus inicios expresará: “Esa histórica noche, y digo histórica porque la mayoría de los obreros del músculo (ferroviarios) eran en gran parte analfabetos pues la intelectualidad de Basavilbaso estaba ausente y no quería cooperar con tan magna obra”. 2-También se creó la Escuela Técnica para instruir a los aspirantes a cargos de conducción.

Para los judíos y sus descendientes el ferrocarril no era una opción laboral (salvo contadas excepciones) ya que a su arribo de la mano de la J.C.A. (Jewish Colonization Association) vivieron del producto de la tierra en las parcelas asignadas y con posterioridad muchos instalaron comercios de distintos rubros en la villa. Aspiraban a que sus hijos se educaran y se formaran como profesionales, de allí el esfuerzo familiar para que algunos de los hijos alcanzaran ese objetivo.

Ingresar al mundo de los trenes significaba dedicación exclusiva, arduas jornadas de trabajo, abrazando una profesión para toda la vida. Ser ferroviario fue para muchos una necesidad laboral que se transformaría en el sello identitario característico de pueblo unido y divido por los rieles.

La organización sindical local

En las primeras décadas del siglo XX los gremios ferroviarios presentes en la ciudad fueron La Fraternidad y la Federación Obrera Ferrocarrilera con existencia documentada en 1916 y 1917 respectivamente. Con posterioridad y luego de que la F.O.F. cumpliera su ciclo surge en 1922 la Unión Ferroviaria con la unión de los gremios de Talleres y Tráfico. 

La Fraternidad se fundó en la ciudad de Buenos Aires el 20 de mayo de 1887 con la denominación de SOCIEDAD “LA FRATERNIDAD” DE MAQUINISTAS Y FOGUISTAS DE LOCOMOTORAS con el propósito de “Propender al mejoramiento de las condiciones de la vida y el trabajo de todos los maquinistas y foguistas de la República”, “Adelantar y difundir los conocimientos técnicos y prácticos necesarios a las personas de este gremio”, “Fomentar los hábitos de trabajo y economía a cuyos efectos podrán crearse cajas de ahorro, academias de instrucción o tomar aquellas disposiciones que coadyuven a este fin”.

3- Este gremio jugó un rol preponderante en las movilizaciones y huelgas.

Hacia fines de 1911, previo a la Gran Huelga de alcance nacional de 1912, La Fraternidad tuvo representación en Basavilbaso a través de dirigentes que actuaron activamente en la comisión de delegados por el F. C. ENTRE RÍOS que aprobó el pliego de condiciones para ser presentado ante las empresas.

De ella participaron por “Paraná y Basavilbaso. Compañeros: J. Baglione, J. Meccini, T. Insaurralde y J. Rolla”. 4- Teodoro Inzaurralde (o Izaurralde) es uno de los primeros dirigentes de La Fraternidad local cuya firma obra en el primer libro de actas en 1917, encontrándose también el apellido Rolla (Luis).

La misma fuente nos proporciona el dato que uno de sus fundadores fue Pedro Lostra.

Una imagen inédita del Basavilbaso de 1912 nos muestra a maquinistas y foguistas en un banquete en la casa de Don Felipe Bregliano (Avenida San Martín y Urquiza) el 1° de febrero, fecha que coinciden con el desarrollo de “El Gran Paro” que se extendió en todas las empresas de ferrocarriles desde el 6 enero y por el lapso de 52 días.

Los datos sobre el grado de participación local en el conflicto son muy escasos, se sabe que los que se adhirieron fueron expulsados y pasados los años no habían sido reincorporados en su totalidad. El reingreso de los cesanteados fue uno de los reclamos de 1917.

Maquinistas y foguistas en Basavilbaso. Banquete en casa de Felipe Bregliano. 1912- Colección particular Familia Marinelli. Observación: la única mujer es una hija del dueño del lugar (Artemisia Bregliano).

De esos tiempos revolucionarios ha quedado en el anecdotario popular el recuerdo de “un cambista muy entusiasta y un tanto pintoresco (Robustiano Rodríguez) …el que según se decía había andado en una huelga tiroteando a los maquinistas que no se querían plegar.

"(Carta de Pedro Urrutia al presidente de Biblioteca Popular Luz Obrera. Bs. As. 24 de julio de 1970. Archivo Biblioteca Popular Luz Obrera) De acuerdo al acta más antigua que conserva La Fraternidad- Sección Basavilbaso, el 27 de diciembre de 1916 “reunidos en asamblea por primera vez” la Comisión Directiva da cuenta del alquiler de una casa habitación para sede social desde el día 5 del corriente por el importe de $22 mensuales.

Ante la problemática de la rebaja de sueldos de algunos maquinistas y foguistas deciden esperar hasta al cobro del mes para remitir los datos concretos de los afectados.

Los participantes de la jornada fueron: Mario Castro (encargado de la seccional), Cirilo Buero, Francisco Biassoni, Juan Sesarino, Santiago Lizza, Ángel Jordán, Santiago Seri, Agustín Tagliani, Carlos Traverso, José M. Busso, José Ava, Federico Monteverde. 

Su local (de reducidas dimensiones) podría haber funcionado sobre la actual calle Ramírez, entre Saénz Peña e Isidoro Neyra. La aprobación de actas anteriores evidencia una actividad institucional anterior.

El 14 de febrero de 1917 “reunidos en asamblea por segunda vez” queda constituida por mayoría de votos la Comisión Ejecutiva conformada por Carlos Traverso (a) (presidente), Juan Sesarino (tesorero) Francisco Piccini (secretario), los vocales Mario Castro, Alfredo Etchegaray, Daniel Martínez y Francisco Biassoni y Celestino Porcheto como revisor de cuentas.

También estuvieron presentes José Miguel Piccini, Francisco Rosetti, Pablo Trovellesi, Martín Bustamante, Santos Galarza, Pedro Martínez, Teodoro Isaurralde, Eugenio Angeloni, Ramón Tasso, Juan Ferrande, Luis Bertoni, E. Bartolomasi.

Para representar a la sección Basavilbaso en la Asamblea General Ordinaria de La Fraternidad a llevarse a cabo en Buenos Aires en el mes de marzo de 1918 se designó a Francisco Piccini “de conformidad al compañerismo”.5

La gran huelga de 1917 en Basavilbaso

La crítica situación económica en el marco de la Primera Guerra Mundial y el aumento del precio del carbón que afectaba a la actividad de las empresas férreas repercutía directamente en los obreros que se hallaban sujetos a explotación y percibían magros salarios.

La situación laboral que se encontraba en un momento de descontento generalizado, sumado al triunfo de huelgas parciales en otros puntos del país con resultados satisfactorios, vaticinaban un inminente paro total de actividades de alcance nacional.

Es así que a través de la Circular 36 “La Comisión de LA FRATERNIDAD, en defensa de la organización que la une a todos los trabajadores ferroviarios, ordena a las secciones de toda la República que se preparen para una huelga general”.

De conformidad a las directivas recibidas se conformó en Basavilbaso la Comisión de Resistencia compuesta por Mario Castro, Daniel Martínez, Pascual Ferrando, Rafael Etchegaray y Augusto Charrier.

En la reunión del 9 de septiembre en la seccional local, previo al estallido del conflicto, se abordó el tema de las pésimas condiciones de trabajo y los abusos que sufrían los trabajadores por parte de la empresa lo cual iba tomando mayores dimensiones.

Allí se resolvió: “Participar por medio de la presente acta a la honorable comisión directiva de la Fraternidad en forma franca y decidida que no estamos más dispuestos a continuar trabajando en las formas actuales porque en primer término nunca disponemos de un día de descanso y luego después se nos paga con un verdadero salario de hambre y finalmente nos tratan con las mallores* desconsideraciones y por lo tanto resultamos ser lo más esclavos y los que más peores condiciones estamos de todos los ferrocarriles de la República y sin embargo esta empresa es una de las que más ganan y para contrarrestar el actual estado de cosas y con el fin de vivir un poco más humanitariamente hemos resuelto presentar un pliego de condiciones a la empresa conjuntamente con los compañeros de la Federación y obras* de acuerdo y como acto de solidaridad que estamos dispuestos a apoyarnos moralmente como también adoptar medidas extremas dado el caso de no tener el correspondiente acuerdo con la empresa…” 6-

El 14 de septiembre reunidos en asamblea se decide aceptar el pliego de condiciones locales y remitirlo a las autoridades de la empresa “dándole 10 días de plazo de acuerdo con los compañeros de la Federación”.

El día 20 acuerdan enviar una nota a la comisión de la Federación sección Paraná manifestándole que “llegada la emergencia de que se tuviera que afrontar la cituación* de un paro tanto por parte de ellos o por nosotros estamos dispuestos a obrar y secundar solidariamente a defender nuestro derecho colectivo y siempre de acuerdo a las instrucciones de los Cuerpos directivos de ambas entidades”.

El periódico La Juventud el 22 de septiembre informaba en sus páginas: "Como se sabe, la huelga está en vías de producirse y con ella los considerables perjuicios en todas las esteras de las actividades, han de pronunciarse enseguida como resultado del aislamiento en que quedarán numerosas poblaciones sin más vías de comunicación y transporte y el considerable número de brazos industriales inactivos que originará en consecuencia…La empresa de Entre Ríos remunera, - y esto es bien sabido- tan escaso que llega al límite de lo miserable.

Todo el personal ha sido recargado enormemente en las horas de servicio. El reclamo de mejor compensación y menos tributos personales ó ya la huelga que sería lamentable, son el único camino en que pudieran orientarse los abrumados empleados de esta Empresa, cuyos salarios los obligan a una vida llena de privaciones injustas y una labor excesiva e inhumanitaria” … “Los empleados de Tráfico y los de diferentes reparticiones; los maquinistas, guardas, etc. del Ferrocarril Entre Riano, merecen que se los escuche alguna vez”. 7-

La paralización del servicio comenzó el día 24 de septiembre con la participación de La Fraternidad, la Federación Obrera Ferroviaria y la Asociación Argentina de Telegrafistas y Empleados Postales, cuya dirección estuvo a cargo de una Comisión Mixta de Huelga, extendiéndose por todo el territorio nacional con una duración de tres semanas, finalizando el 17 de octubre.

Esto también se replicó en Basavilbaso y ambos gremios ferrocarrileros se unieron solidariamente fortaleciendo así el movimiento huelguista. A las peticiones locales se sumaron los reclamos generales compartidos por todos los trabajadores de las empresas a lo largo y ancho del país. En 1912 los protagonistas fueron los maquinistas, pero en 1917 abarcaría también a otros sectores como Talleres, Tráfico y Obras.

A través de las actas de La Fraternidad, las reuniones conjuntas con la FOF y artículos periodísticos podemos reconstruir cómo se fueron sucediendo los hechos.

A pocos días de iniciada la medida de fuerza “La Juventud” comunicaba que la huelga en Entre Ríos se realizaba sin excesos de ninguna naturaleza y en forma pacífica. “En Estación Basavilbaso se encuentran concentrados más de cincuenta hombres, parte de ellos de la Escuela de Tiro de Concordia y parte tropa de caballería”. 8-

La presencia de uniformados era una medida de vigilancia y prevención ante posibles incidentes, ya que la empresa temía desmandes y el incendio de vagones como había ocurrido en la provincia de Santa Fe. De acuerdo a lo que informa este medio de prensa el ministro de Gobierno de Entre Ríos había dado aviso a todas las jefaturas de policía que la huelga se mantenía pacífica y respetuosa, careciendo de elementos para creer que se volvería violenta y que se extendería a otros gremios.

“Los obreros de Basavilbaso expresaron al Gobernador su confianza y la posibilidad que lo propusieran como árbitro!”. En algunos pueblos los huelguistas recibían donaciones para que pudieran continuar manteniéndose en la lucha, ya que la prolongación en el tiempo había puesto a muchos de ellos en una situación apremiante.

El paro había dejado lejos de sus hogares a una buena parte de maquinistas y foguistas. Las reuniones eran pacíficas, concentrándose mayor número en Basavilbaso, Concordia y Paraná.

¿Cuáles eran los reclamos de la sección Basavilbaso?

Las peticiones de la seccional estaban centradas en: 1) Tardanza en la percepción de haberes: el pago se hacía efectivo entre el 15 y 25 del mes siguiente. 2) Solicitud de aumento de sueldos y ascensos. 3) Descanso del personal en los furgones. 4) Solicitud de ampliación de los alojamientos del personal en Uruguay, Crespo, Bovril, Holt, Paraná, Nogoyá y Concordia. 5) Maltrato al personal por parte de los superiores inmediatos que se dirigían al personal con insultos. 6) Irregularidades en los sueldos: existía un sobre sueldo perjudicial para el personal y el descuento jubilatorio era en conjunto. 7) La empresa disponía que los pasaleñas cumplieran funciones de foguistas, cuyos aumentos de sueldos se hallaban estancados.

Esta medida arbitraria no respetaba la carrera de conducción ya que los foguistas debían formarse con conocimientos específicos por desempeñarse como ayudantes de los maquinistas, puesto al que la mayoría quería acceder.

El 24 de septiembre los trabajadores se declaran en sesión permanente, los superiores de la empresa notifican a un personal de tracción, maquinista, foguista y pasaleña para correr un tren a Médanos “Siendo en fecha 24/9 a las 12 md se notificó al personal la clausura y abandonar el trabajo por cuenta de la empresa orden del Ingeniero Mecánico.

Personal notificado no está de acuerdo salir sin antes saber actitud de clausura de servicio general, se resuelve nombrar una comisión compuesta por los compañeros Carlos Traverso, Rodolfo Cotoño y Mario Castro para apersonarse a la superioridad inmediata que de volver al trabajo ir todos como estábamos antes de clausura por parte de la empresa por ser esto una torpesa* alarmar al personal y para tomar servicio en la forma que indicamos que se retiren las fuerzas nacionales que custodian nuestros servicios…”. 9

El 8 de octubre la asamblea resuelve ampliar el pliego de condiciones con los asuntos locales para presentar a la empresa en caso que La Fraternidad no los hubiera incluido. Entre los reclamos se solicitaba “arreglar el personal por sección”, que los pagos se efectuaran del 1 al 10 del mes “subsiguiente”, “arreglar los alojamientos en los depósitos de máquinas con la suficiente capacidad e higiene que se requiere… el trato de los jefes inmediatos con el personal deberán* ser moderados y el apercibimiento deberá ser en la oficina correspondiente. No se usará ninguna represalias* sobre el personal que tomó parte del actual movimiento”.

La finalización del conflicto

En la noche del 15 de octubre se reúne la Sección Basavilbaso de La Fraternidad para tratar las noticias recibidas de la Comisión Mixta Central que avecinaban la finalización del conflicto, informando “que el Gobierno decretó la reglamentación del trabajo con bases aceptables. Las empresas conceden algo de aumento- Aceptan Ley de Jubilación- Abolición de las multas y la readmisión de los compañeros del año 1912. El Gobierno les dio 48 horas de plazo para reanudar el trabajo. Diga urgente la opinión de la Sección”. 10

La Asamblea votó favorablemente trasmitiendo su resolución a través de un telegrama que expresaba: “La opinión gremial Entre Ríos confía en el buen criterio de esa C.D. para terminar favorablemente conflicto. No olvidar irrisorios sueldos paga E. Ríos”. Como constancia de lo resuelto firman por la Comisión Directiva Local David Viduzzi, Mario Castro, Augusto Charrier y Juan Sesarino.

Con el título “Reanudación del tráfico” La Juventud informaba que la empresa había corrido un tren explorador entre C. del Uruguay y Basavilbaso llevando correspondencia para esta última y las estaciones intermedias. Los trenes de exploración que corrieron las vías del FC ER para la reanudación del tráfico se concentraron en Estación Basavilbaso sin dificultades, comprobándose el buen estado de las vías.

La solidaridad gremial y la victoria obrera

Unos días después de culminadas las medidas de fuerza, el 29 de octubre el local de la Fraternidad fue escenario de una reunión conjunta con la Federación Obrera Ferrocarrilera donde sellaron la unidad y se comprometieron a continuar trabajando solidariamente para lograr el reconocimiento de sus derechos.

El acta testimonia: “que durante la pasada y victoriosa huelga de Septiembre y Octubre 1917 reinó entre las sociedades citadas y entre las comisiones directivas y de Huelga, la mayor cordialidad de ideas en la dirección del movimiento de esta Sección- A la vez, manifiestan y se proponen para obrar de acuerdo en lo futuro, que este procedimiento ha de perdurar entre los miembros aquí firmados, para que la solidaridad del gremio sea así una tangible realidad en las luchas para la redención proletaria. Refrendan este documento: por la FOF Norberto Barcos, L.D. Risso, Francisco S. Arrúe, Felipe Ortiz, Jorge Guichoux, Angel Charrier, Barrios. Por La Fraternidad lo hacen: Mario Castro, Francisco Rossetti, Francisco Biassoni, Ferrando, Molinelli, José D. Ava , A. Deganutti, L. Robles, M.B. Dremans, entre otros.

La finalización de esta protesta no significó el cese de los reclamos. Para solicitar la “recabación de los jornales” durante los días de paro la sección local se dirigió a la de Paraná a los fines que realizaran las gestiones pertinentes.

También resolvieron que comenzarían a tomar el descanso semanal, derecho que les era cercenado. Como gremio pedían que no hubiera morosidad en las fechas de pago ya que los perjudicaba materialmente; los pagos llegaban desde Concordia por ello reclamaban la confección de las boletas a tiempo antes de la salida del tren pagador.

De las actas surgen nuevos actores que participaron de las reuniones previas y durante la medida de fuerza: José Seri(h), Pedro Piccini, M. B. Dreimais, José Ava, Santiago Lizza, Eusebio Gómez, Luis Bertoni, Clemente Galeano, José Merini, Juan Dubini, T. E. Alvarez, Marcos Pérez, Agustín Helman, A. García, Hipólito Aranda, Juan Barrane, Pedro Saintotte, Cornelio Escalada, Francisco Bergaglio, P. Moreno, Juan Robirosa, Juan Molinelli, José Acosta, Cayetano Cáseres, Luis Rolla, Daniel Robles, Mariano Durán, Santos Rodríguez, Bernardino Busso, Antonio Deganutti, Antonio Vízboraz, Miguel Jacquemain, Juan J. Britch, Francisco Pérez, V. Villagra, Carlos Galván, Naun Tester, Marcos Marcovich, Miguel Germano, Lamadrid.

Posteriormente se incorporarán Felix Favre, José Domínguez, Camilo Gómez, Alfredo Hanry, Agustín Bazzan, Miguel Germano, Juan Herrera, C. Tomassi, S. Lobosco, Francisco Viola, José Ravina, Mariano Rosetti, José Firpo, C. Tomassi, Juan Herrera, José M Britch, Ramón Britch.

Reglamentación del Trabajo

Como resultado de la huelga general que paralizó a los ferrocarriles del país los obreros lograron una importante conquista, la primera Reglamentación de Trabajo para el personal de conducción de locomotoras.

Esta reglamentación se estableció por decreto del Poder Ejecutivo Nacional, el 11 de octubre de 1917, unos días antes de finalizado el conflicto.

En el mes de noviembre se firmó el decreto que reglamentaba el trabajo de la mayoría del personal ferroviario.

Otros logros paulatinos fueron la Ley de Jubilaciones y los escalafones de ascensos. En 1920 se produjo el reconocimiento oficial de La Fraternidad como entidad representativa gremial.

REFERENCIAS

1-WAIGANDT, Carlos D. A. “F.C. CENTRAL ENTRE-RRIANO”. Vía libre hacia la historia. Ediciones del Cle. Paraná. Entre Ríos. 2009.

2-PÉREZ, Silvina Alejandra. El templo del saber. Historia de la Biblioteca Popular Luz Obrera 1919-1960. Rosario del Tala. Entre Ríos. 2012. Pág. 31.

3- CHITTI, Juan B. y AGNELLI Francisco. 1887-20 de JUNIO 1937. 50° ANIVERSARIO LA FRATERNIDAD DE PERSONAL FERROVIARIO DE LOCOMOTORAS. FUNDACIÓN-DESARROLLO Y OBRA. Buenos Aires, abril 1912. Pág. 46.

4-1887- 20 de junio 1937. 50° Aniversario La Fraternidad de personal ferroviario de locomotoras. Op. Cit. Pág. 146.

5-Libro de Actas “La Fraternidad”. 1916-192. Archivo La Fraternidad Sección Basavilbaso. F° 1-3

6-Libro de Actas La Fraternidad. 9 de septiembre de 1917. F° 13-14.

7-La Juventud. Periódico. Hemeroteca Casa del Señor Delio Panizza. C. del Uruguay, 22 de septiembre 1917-

8-La Juventud. Op. Cit. 27 de septiembre 1917

9- Libro de Actas La Fraternidad 1916-1920- Folio 21

10- Libro de Actas La Fratenidad 1916-1920- Folio 25 *Sic del original.