Domingo 12 de Marzo de 2006, 12:38

La agonía del Calá lleva años

POR CONTAMINACIÓN | Una masiva mortandad de peces hizo cobrar notoriedad a un problema que lleva años, y que según los registros de los últimos 20 muestran un muy defectuoso comportamiento de la planta industrial de Manfico S.A en cuanto a efectos contaminantes en aire, agua y suelo de la zona en la que esta instalada. Las actividades de control de las autoridades competentes no han sido eficaces para revertir la situación.


Desde el 22 de octubre de 1985, que se denuncia por primera vez que los desagües de la planta industrial de la empresa Manfico por correr al costado de la ruta en una extensión de 200 metros hasta llegar hasta el arroyo Calá, pasaron muchos años e innumerables procedimientos que no consiguieron cambiar la actitud agresiva hacia el medioambiente de parte de los responsables de dicho establecimiento. En mayo de 2004 se celebra un convenio de asistencia reciproca entre la Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos, Facultad de Ciencias de la Salud dependiente de la Uner, Municipalidad de Basavilbaso, Junta de Gobierno de Rocamora y la Dirección General de Desarrollo, Ecología y Control Ambiental, con el fin de evaluar el funcionamiento de las instalaciones existentes para corregir y controlar los riesgos. Las conclusiones de estos estudios, que fueron presentados en el mes de noviembre de 2004, generaron una enorme expectativa en las comunidades de la región pero lamentablemente fueron defraudadas pues poco y nada cambio y un claro ejemplo lo demuestra el dato que surge de la primer inspección que se realizo, 12 meses después, y que constata que ni los trabajos sugeridos por la propia empresa habían sido ejecutados. Según se desprende de los estudios preliminares para auditoria ambiental de la planta de la empresa Manfico S.A (industria que procesa subproductos provenientes de industrias frigoríficas) la situación es de cierta complejidad y debe revertirse un período de casi 20 años de contaminación por parte de la industria y de escasa efectividad de los controles correspondientes. Si bien este tipo de industrias es considerado útil desde el punto de vista del desarrollo, pero el comportamiento de la compañía radicada en el ejido de Rocamora sobre Ruta Provincial 39, en el área de influencia del arroyo Calá (afluente del río Gualeguay) a 6,5 kilómetros al oeste de Basavilbaso, “revela que carece de sentido de la responsabilidad empresarial desde el punto de vista ecológico”. Los vecinos consideran que la radicación próxima al arroyo Cala, pero distante del ejido de la ciudad de Basavilbaso, no es casual y responde a una “maniobra perfectamente estudiada”, que aprovecha las discusiones sobre jurisdicción y las claras falencias de los organismos provinciales de control. Los profesionales que hicieron el relevamiento sugieren que es necesario encarar una solución de fondo, que probablemente debería contener componentes de desarrollo sostenible, visión ecológica y un efectivo control ambiental. La calidad de las aguas del arroyo Calá presenta altos niveles de contaminación orgánica en su curso medio, a partir del vertido de los efluentes industriales de Manfico S.A, según consta en los análisis realizados por la autoridad de aplicación. Las fluctuaciones estacionales de caudal y el caudal proporcionalmente alto de efluente de la citada industria genera una situación de riesgo por la vulnerabilidad del sistema. El arroyo Cala es un curso de agua generalmente de bajo caudal, con una pendiente media, que recibe flujos de agua intermitentes condicionados a la época de lluvias en la zona de pequeños arroyos y escorrentías que evacuan los excedentes. El zanjón que drena los efluentes de Manfico aportaría -según estimaciones aproximadas- un 30% o más del caudal medio receptor, por lo cual su composición impacta fuertemente aguas abajo. En el estudio realizado se advirtió sobre la contaminación de suelos, ya que se observo volcamientos de diversos residuos orgánicos e inorgánicos sin enterrar o semienterrados en muchas zonas periféricas de la planta, donde la vegetación luce quemada o muerta, debido al vuelco de restos materiales no tratados de grasas, huesos, etc. En otras zonas el color del terreno es marrón o negro, dado la aparición en superficie de algún fluido viscoso (tipo aceitoso). Esto hace inferir que existe una carga contaminante proveniente de residuos sólidos, que están impactando en el suelo y posteriormente por lixiviación a las napas. Además la industrialización de los subproductos de la industria cárnica en Manfico da lugar a efluentes gaseosos de alto poder odorífero, que no están aisladas y bien ventiladas por lo que a los habitantes de la zona la vida les es muy difícil. Otra fuente probable de contaminación en toda la cuenca del arroyo Cala sería el uso de agroquímicos en los sistemas de producción agrícola, así como el volcado de diversos efluentes y residuos de origen domiciliario como de otras actividades generadoras. El índice de calidad de agua utilizado para valorar en conjunto varios indicadores de contaminación muestra una mala calidad del curso superior pasando a muy mala en el curso medio, luego del efluente de Manfico. En conclusión la empresa no ha cumplido hasta la fecha con la Ley 6260 de Prevención y control de la contaminación ambiental y los Decretos Reglamentarios. Ampliaremos [b]Sobre el agua en Rocamora[/b] La provisión de agua para consumo humano en Rocamora se origina en la captación de fuentes subterráneas por pozos individuales, mucho de ellos son de escasa profundidad, obteniendo el agua de la primera napa. Estudios previos y los actualmente realizados por este proyecto muestran contaminación con bacterias coniformes totales y colifecales en la mayoría de ellos. Recientemente Obras Sanitarias de la Provincia hizo un pozo productor de agua con el que se abastecerá a toda la localidad.