La derrota de Malvinas marcó el final de los regímenes

En un contexto de aumento de la tensión política y social, millones de argentinos despertaron el viernes 2 de abril de 1982, con los comunicados oficiales que daban la noticia que tropas argentinas habían recuperado por la fuerza los derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, al tomar control de Puerto Argentino, capital del archipiélago luego de casi 150 años de ocupación inglesa. "El gobierno de facto estaba desprestigiado en lo político, cuestionado en lo económico y jaqueado por la movilización social creciente en el país, intentó una huida hacia adelante, la reconquista de las Islas Malvinas. La respuesta popular a la guerra se concretó en campañas de envío de ropa y comida a los soldados durante los 74 días del conflicto austral, donde la población manifestó su solidaridad con los chicos que estaban en el frente de combate, a lo largo y ancho de nuestro país. Jóvenes entre 18 y 21 años reclutados en el servicio militar obligatorio fueron enviados a las islas bajo temperaturas bajas sin pertrechos adecuados y con nula instrucción militar", expresó el funcionario provincial. Seguidamente, Aldáz indicó que la derrota en Malvinas, "marcó el final de los regímenes militares que gobernaron nuestro país desde 1976, provocando la renuncia de Galtieri, reemplazado por Reynaldo Bignone, quien se vio obligado a desempolvar las urnas y convocar a elecciones para el 30 de octubre de 1983 para elegir al primer presidente democrático luego de siete años de atroz y genocida dictadura". El Presidente del IAPV manifestó que este conflicto "fue el comienzo de un duro y penoso calvario para muchos de los combatientes que llegaron a ese inhóspito territorio situado a 700 kilómetros de distancia del continente. Allí, osados y valientes guerreros, defendieron con lealtad y patriotismo pese a la adversidad la tierra Argentina". Basavilbaso en la contienda austral ofrendó dos vidas, el Cabo Primero Artillero, Julio Omar Benítez y el soldado Clase 62, Héctor Ricardo Caballero fallecido en el ataque sufrido por el Crucero General Belgrano. Uno de los sobrevivientes es Julio Néstor Vallejo, quien por entonces era Cabo Principal, y el otro héroe se llama Héctor Miguel Mista, quien está radicado actualmente en Gualeguaychú. "Jóvenes en aquel momento y hoy hombres adultos marcados por una guerra hecha a coraje y valentía, sin los medios militares para enfrentarla. Ellos son los protagonistas de nuestra historia. No siempre los recordamos, ni nuestro accionar fue suficientemente significativo en la memoria y en el agradecimiento. Nunca es tarde para acercarnos a nuestros héroes y a sus familias y elevar una oración para aquellos que quedaron en suelo malvinense o ya no están entre nosotros", dijo. El 14 de junio de 1982 cuando cedieron las últimas defensas en Puerto Argentino, también terminaba la más terrible dictadura militar y se abría un espacio de revisión crítica del pasado inmediato como nunca antes en su historia. Este gigantesco cambio tiene el origen doloroso y amargo en esos 74 días de euforia, depresión y muerte. Finalmente para el vocal del Consejo provincial del Partido Justicialista la Guerra de Malvinas es una historia "plagada de desventuras personales, errores políticos, ignorancia diplomática e improvisación militar. Sin embargo, la sumatoria de errores no logran empañar la entrega, la abnegación y el valor de quienes entregaron con sacrificio sus vidas defendiendo la soberanía territorial argentina. Un reconocimiento al honor, que perdura por sobre las circunstancias y la temporalidad del hecho histórico".