Viernes 27 de Septiembre de 2013, 20:25

La escuela, el lugar donde se distribuye el conocimiento como un derec

| María Josefa Rivero elogió la tarea educativa de la Escuela Nº 47 y sostuvo que el desafío de la nueva escuela "debe ser el de salir a enfrentar el entorno en el que está inserta y trabajar con él", "una escuela que enseñe y aprenda al mismo tiempo".


“Es complicado hablar de los sentimientos que involucran una trayectoria de vida laboral, social y personal”, comenzó diciendo María Josefa Rivero. La ex alumna y ex docente que habló en el acto protocolar por el 75 aniversario de la Escuela Nº 47 recordó que su infancia transcurrió “en este barrio que tanto amo, que me dejó un aroma muy particular, porque aunque me bañe con otros olores, camine otros paisajes, recorra otras historias perdura en mi cuerpo y en mi ser”. “Tengo en mi el recuerdo de las cosas más puras e inocentes de mi vida: la amistad, el primer amor, el barrio, los maestros. Y lo que increíblemente no concibo borrar de mi memoria son las mañanitas con frío y heladas con ese guardapolvos almidonado que molestaba y raspaba el cuello, pero lo importante era estar de punta en blanco...era una costumbre de las madres almidonar los guardapolvos y plancharlos en la noche para que al otro día fuéramos impecables a la escuela”, contó con emoción. “Aquí (en la escuela) aprendimos lo que era el estudio. Conocimos los animales, las plantas, los ríos, las montañas...con la imaginación viajábamos por todos los continentes, surcábamos todos paisajes y usábamos todos los medios de transporte. Conocimos la historia y quienes forjaron la Argentina. Aprendimos cuales son nuestros derechos y cómo podemos ejercerlos para ser mejores ciudadanos, acompañados de las obligaciones correspondientes. Es impresionante lo que hace un maestro...moldean la personalidad, temperamento, te incorporan atributos, te enseñan a respetar y a ser respetados, te ayudan a descubrir tus capacidades y tus limitaciones, y eso no se ha perdido”, prosiguió. “Lo más importante que tiene la escuela es el personal”, exclamó y destacó su compromiso solidario, “internalizado con las problemáticas de sus alumnos y las familias”. “Hoy la escuela, esta escuela pública sigue siendo como entonces: la opción para los niños. El lugar donde se distribuye el conocimiento como un derecho social, la segunda institución que socializa, el ámbito de la inclusión y la no discriminación. El desafío de la nueva escuela debe ser el de salir a enfrentar el entorno en el que está inserta y trabajar con él. Esto se realiza poniéndose en contacto con otras instituciones, buscando nuevas formas de enseñar, asumiendo con responsabilidad un trabajo e interacción compartido. Salir al barrio, celebrar alguna fecha en el calendario fuera del acartonamiento escolar en la plaza, la capilla, en un ambiente familiar y así la tarea escolar será compartida en esfuerzo y resultados”, sugirió. La ex docente habló de la necesidad de construir una escuela “que enseñe y aprenda al mismo tiempo”. “Seguir transitando ese puente del que alguna vez hablé para que cada año sean más niños los que lo transiten, más padres los que se comprometan, más maestros y directivos que lo sostengan y más autoridades que lo fortalezcan...es necesario seguir soñando otra escuela, adaptada a las nuevas dinámicas sociales, fortalecida por la acción ineludible del Estado con su responsabilidad de sostenerla y acompañarla en todos los procesos”, dijo Rivero. Finalmente destacó los 75 años de trabajo diario, de esfuerzos compartidos, de crecimiento en inserción en el medio de la Escuela Nº 47 y felicitó a toda la comunidad educativa “de esta querida escuelita del Pueblo Nuevo”.