| Las copiosas precipitaciones registradas en las últimas horas hicieron descender varios grados la temperatura trayendo alivio después de las altísimas temperaturas registradas en el comienzo de la semana. Sin embargo, y en cuestión de minutos, el agua provocó problemas a los vecinos anegando viviendas, calles y avenidas.
El martes, minutos antes de las 10 horas, comenzaron las primeras precipitaciones. Todo un alivio para los vecinos que debimos soportar altísima temperatura, que llegó a los 34º, y humedad. Los algo más de 15 milímetros provocaron un marcado descenso de temperatura, y un mejoramiento temporáneo del tiempo hasta las primeras horas de la madrugada del miércoles que volvieron a registrarse intensos chaparrones. En horas de la mañana, minutos antes de las 9,30 horas, se produjo un fenomenal aguacero, el que en pocos minutos provocó que en la mayoría de las calles, particularmente las céntricas, lucieran con agua de vereda a vereda y [imgTexto=1236247976.jpg]las calles de tierra o de ripio se convirtieran mayormente en intransitables[/imgTexto]. Peor aún fue lo vivido por al menos unas 20 familias, de distintos sectores de la ciudad, que le reportaron a la emisora haber sufrido anegamientos en sus domicilios, por líquidos cloacales. Este tipo de situaciones no es nueva, y se debe al accionar desaprensivo de frentistas que violentando disposiciones municipales colocaron los desagües pluviales al sistema público de cloacas.
“En cuestión de minutos la calle Ramírez, entre Urquiza y Neyra, se convirtió en un río. Muchos automovilistas circulando a velocidad provocaron olas que llevaron las aguas hasta el interior de los comercios”, relató un vecino. Claro que esta situación, que puso de muy mal humor a numerosos basavilbasenses, no se compara con el padecimiento de al menos medio centenar de familias que sufrieron anegamientos, y muchas de ellas con líquidos cloacales. “Desde la medianoche tenemos todo mojado, no podemos utilizar el baño y menos aún hacer colocar la “trampa” que los municipales nos recomiendan para evitar que esto se repita”, dijo uno de los tantos ofuscados vecinos que aprovecho el aire de la radio para expresar su bronca.
En varios sectores se vio trepar el agua por encima del nivel de las veredas y dificultades en el escurrimiento, en algunos casos por la carencia de obras de infraestructura y en otros porque la basura que los obstruyó. El arroyo “Medina”, en el barrio Tolcachier, se convirtió en un río, que incluso llegó a poner en alerta al vecindario. “Nosotros ya pusimos las cosas sobre la mesa y tablones....es por el temor que siga subiendo. Esto no pasa desde hace mucho tiempo”, relató una mujer.
Este tipo de situaciones, que resumimos en éste informe, movilizaron a las autoridades y operarios de la municipalidad, quines tuvieron una intensa jornada. “La verdad es que se han portado muy bien con nosotros, les estamos muy agradecidos. Hicimos el reclamo a la municipalidad y en cuestión de minutos estaban aquí...lamentablemente poco pueden hacer para evitar que pase lo que nos pasó con las cloacas si hay vecinos que ponen los pluviales a la cañería del sistema cloacal”, expresó casi con resignación una mujer en diálogo con RIEL FM.
[imgTexto=1236247647.jpg]“¿Te parece que esta calle (17 de Octubre) está en condiciones de ser tránsito pesado? ¿No deberían haberla acondicionado antes para tal propósito? Ya pasaron 10 años de la promesa de arreglarla, pasó (Julio) Aldáz, (Fabián) Flores y ...¿Cuántos más tiene que pasar?”, reclamó otro vecino[/imgTexto].
El fenómeno fue de tal magnitud que hasta las 13 horas se habían registrado 165 milímetros, unos 68 milímetros entre las 10 y las 12,30 horas, y luego siguió lloviendo aunque con menor intensidad.
