Viernes 2 de Abril de 2010, 20:26

Malvinas aceleró la caída del gobierno militar

| Al conmemorarse un nuevo aniversario del desembarco argentino en Malvinas, el Vocal del Consejo Provincial del Partido Justicialista entrerriano, Julio César Aldáz dijo que fue una "gesta heroica" por quienes pelearon, pero una "atrocidad" de quienes idearon y pensaron esta guerra, donde murieron miles de jóvenes inexpertos que dejaron sus vidas por la patria en el archipiélago austral.

ALVINAS ACELERÒ LA CAÌDA DEL GOBIERNO MILITAR Y LA RECUPERACIÓN DE LAS INSTITUCIONES DEMOCRÀTICAS Para el dirigente del PJ la maniobra militar se concretó en un contexto de aumento de la tensión política y social, "en la madrugada del viernes 2 de abril de 1982, las Fuerzas Armadas con cinco mil efectivos desembarcan y recuperan las Islas Malvinas luego de casi 150 años de ocupación inglesa". "El gobierno de facto estaba desprestigiado en lo político, cuestionado en lo económico y jaqueado por la movilización social creciente en el país, intentó una huida hacia adelante, con la recuperación del archipiélago austral. Durante el conflicto, la ciudadanía manifestó su solidaridad con los soldados que estaban en el frente de batalla", recordó. El Dr. Aldáz destacó que jóvenes entre 18 y 21 años fueron "alistados" y "enviados" a las islas "sin pertrechos adecuados" y "nula instrucción militar". "El domingo 2 de mayo de 1982, el Crucero "General Belgrano" de la Armada Argentina, navegaba a 35 millas al sur de la zona de exclusión determinada unilateralmente por Gran Bretaña alrededor de las Islas Malvinas. A las 16,01 horas, fue atacado por el submarino nuclear "Conqueror". Una hora más tarde la nave argentina se hundía en el mar austral. De los 1.093 tripulantes, sobrevivieron 770, resultaron muertos 323 soldados", recordó. "Un mes y medio más tarde, la guerra terminó con la derrota argentina que dejó un saldo de alrededor de setecientos muertos. Durante su desarrollo, se produjo un fracasado intento de mediación de los Estados Unidos a través de su Secretario de Estado, Gral. Alexander Haigh y también una visita de su Santidad, Juan Pablo II a la Argentina. Cuando cedieron las últimas defensas en Puerto Argentino, también terminaba la dictadura militar y se abría un espacio de revisión crítica del pasado inmediato como nunca antes. Este gigantesco cambio tiene el origen doloroso y amargo en esos 74 días de euforia, depresión y muerte", expresó Aldáz para quién el conflicto austral es una "historia plagada de desventuras personales, errores políticos, ignorancia diplomática e improvisación militar". Sin embargo, la sumatoria de errores no logran empañar la entrega, la abnegación y el valor de quienes ofrendaron sus vidas defendiendo la soberanía territorial argentina, un reconocimiento al honor y a la valentía de quienes fueron allí, que perdura por sobre las circunstancias y la temporalidad del hecho histórico y su derrota "aceleró la caída del gobierno militar y la recuperación de las instituciones democráticas en nuestro país". Seguifamente mencionó que al finalizar la guerra, la sociedad tuvo "actitudes contradictorias". "Se reconoció la valentía de los combatientes, pero por otro lado, trató de cubrir el enorme trauma con un manto de silencio donde se intentó la desmalvinización de la opinión pública. Las principales víctimas fueron los veteranos de guerra, privados de reconocimiento social y asistencia para sus vidas, contabilizándose un número importante de suicidios de ex combatientes, quienes defendieron con lealtad y patriotismo pese a la adversidad la tierra Argentina", dijo. Por último opinó: "sería importante que los argentinos pudiéramos extraer verdaderas enseñanzas de esos tiempos porque, además sólo pudieron ser pensados y ejecutados en un marco de arbitrariedad".