Martes 8 de Noviembre de 2016, 12:17

Mató a la ex, al novio y a sus dos hijas

Política | Juan Pablo Ledesma entró con una cuchilla a la casa de su expareja y mató a puñaladas a Johana Carranza, a su novio Carlos Peralta, y degolló a las dos hijas de 5 y 7 años.


El domingo a la noche Juan Pablo Ledesma estaba en su casa de Basavilbaso junto a sus padres y sus dos hijas, Luciana, de 5 años, y Candela, de 7. Les dijo a las nenas: "Despídanse de sus abuelos que nos vamos". Y partieron hacia Concepción del Uruguay para dejarlas en la casa de Johana Carranza, la madre de las niñas, en el barrio 134 viviendas. El hombre tenía una orden de restricción de acercamiento a Johana y su vivienda por violencia de género, del mes de agosto. Estaba a pocos días de cumplirse, y luego iba a ser revisada nuevamente. Después de la medianoche, vecinos de esta casa llamaron a la Policía porque escucharon los gritos de una fuerte discusión. Cuando llegó el móvil de la comisaría, observó que todo estaba en silencio, nadie contestó a la puerta, y se retiraron. Unas horas después llegaron a esa misma casa los padres de Ledesma, porque había dejado en Basavilbaso las mochilas de las nenas con las cosas de la escuela. Lo estaban llamando por teléfono y no los atendía. Nadie atendió tampoco en la vivienda y alcanzaron a ver por la ventana algo raro, como un cuerpo tirado. Llamaron a la Policía, los uniformados constataron las sospechas y llamaron a la Fiscal Melisa Ríos. Decidieron entrar y se encontraron con una escena tan sangrienta como impensada, que nunca borrarán de sus memorias: cinco cuerpos yacían en el comedor y una habitación. El único con signos vitales era el de Ledesma, quien fue trasladado al hospital Urquiza, donde permanece en estado crítico. En la cocina comedor estaban los cuerpos sin vida de Johana y de su novio, Carlos Vicente Peralta, de 23 años, con múltiples heridas de arma blanca. En las habitaciones, los de Luciana y candela, degolladas. En el lugar, el personal de Criminalística realizó el relevamiento y la planimetría, se levantaron muestras de sangre, y se secuestró el arma blanca, con una hoja de unos 25 centímetros. Los cadáveres fueron trasladados a la morgue de Oro Verde para realizar las autopsias que develarán datos fundamentales: cantidad de heridas en vida y posmortem, su dirección y profundidad, el tipo de arma blanca que las causó, la cronología de quién murió primero y quién después, entre otros. Aún no se pudieron analizar las heridas de Ledesma, pero se sabe que son alrededor de 10, todas en la zona del tórax, en la parte superior, y hay una que le afectó un pulmón que es la que comprometió su vida. La principal hipótesis es que el sujeto mató a las cuatro personas y luego quiso suicidarse. Pero esto se podrá corroborar con los informes médicos, más adelante, ya que no se descarta que algunas heridas sean por el accionar de las víctimas en su defensa. Otro dato hace pensar que existía un plan: la orden judicial indicaba que eran los abuelos paternos quienes debían buscar y llevar a las niñas, pero esa noche lo hizo el padre, ya que tenía la orden de restricción. Esto, más la despedida que a los abuelos les llamó la atención, hace presumir de que Ledesma tenía todo pensado. La investigación no tiene testigos presenciales, solo los circunstanciales y el vecino que escuchó los gritos. Fuente: José Amado/Diario Uno.