Viernes 10 de Mayo de 2013, 18:30

Matrimonio bonaerense realiza travesía en bicicleta

| En horas del mediodía de este viernes llegaron a Libaros, donde se tomarán el día para descansar. Tienen previsto recorrer todo el centro de Entre Ríos y hasta Corrientes. En diálogo con la radio de Basavilbaso comentaron la pasión que los llevó, en dos ruedas, hasta Caracas, Venezuela.


Esteban Badano (35) junto con su esposa, Leticia Schiappacasse (34), comenzaron hace 15 días una travesía en bicicleta. “Desde Lujan, donde vivimos, y hasta Gualeguay nos trajo mi viejo porque nos permitieron pasar el puente (Zarate-Brazo Largo) en dos ruedas”, nos contó Esteban. Este mediodía llegaron a Libaros, donde hicieron una parada para descansar y reponer energías ya que “mañana tenemos pensado salir temprano”, dijo. Seguidamente agradeció la hospitalidad de los entrerrianos y particularmente de los vecinos de Libaros. “Es hermosa esta provincia y fantástica su gente”, destacó. "El hombre dijo sus aventuras en dos ruedas comenzaron en 2003. “Sin nada de experiencia y junto a un amigo viajé de Tucumán a Salta, y desde Salta a Tilcara para retornar a Salta, por caminos de pendientes donde casi no pedaleaba hasta Salta y desde allí a Santiago del Estero y el norte de Chaco. Es imposible olvidar ese viaje, fue en febrero con temperaturas muy altas...esa fue la vez que aprendí todos los secretos de la bicicleta”, relató. Badano, hijo de un radiólogo actualmente jubilado y de una docente, tiene una especial inclinación por la vida en armonía con la naturaleza, ama dibujar, pintar, realizar historietas y conocer los descendientes de los pueblos originarios. “En 2004 vivía en San Ignacio, Misiones, en una casa en el monte, junto al río y hasta allí fue Leticia...nos conocimos, nos enamoramos y nunca más nos separamos”, explicó. Autodefinido como un amante de la libertad y el deporte admite ser el promotor de los viajes, que en 2010 lo llevó hasta Caracas, Venezuela. “Con mi esposa viajamos en bicicleta desde Jujuy a Bolivia después de recorrer ese hermoso país nos dirigimos a Brasil, atravesamos el Mato Grosso visitando pueblo por pueblo hasta Belem y desde allí en un pequeño barco hasta Manaus, donde retomamos las “bicis” y viajamos hasta Caracas”, detalló. “Fue una experiencia hermosa...pero en Venezuela vendí las bicicletas, no las podía ver”, dice sonriente. Leticia, hija de un jubilado inspector de una obra social y de una docente en actividad, asegura que en su vida hay un antes y un después de conocer a Esteban, que con su “media naranja” comparten una vida en plenitud, libre y disfrutando de la naturaleza y de la gente”. “Vivimos de lo que vendemos, nuestras artesanías felizmente son muy apreciadas...pero además no necesitamos mucho, somos felices con poco, una sonrisa de un vecino, una palabra de aliento...en fin somos inmensamente felices cuando esto ocurre y les puedo asegurar que en estos pocos kilómetros que hicimos en Entre Ríos lo encontramos en cada lugar”, manifestó la mujer. “Nuestra vida es sencilla. Nos levantamos muy temprano, tomamos mate, disfrutamos del paisaje y del aire fresco y en nuestras bicicletas pedaleamos hasta que podemos. Generalmente a las 8 de la noche ya estamos acostados, así nos resulta fácil estar temprano, antes del amanecer preparando el mate y celebrando el nuevo día”, detalló Esteban en diálogo con RIEL FM.