Policiales | La noticia enluta a la ciudad. Era un reconocido y apreciado vecino del barrio Parroquial que durante años fue agente de la Policía.
Tenía 83 años de edad, y este miércoles -aproximadamente a las 20- habría tomado una drástica determinación: atentar contra su vida. Según pudo saber RIEL FM ingirió un fluido (aún indeterminado) que lo dejó en la cama en estado de inconsciencia. Su esposa pidió ayuda a los vecinos, los que llamaron de inmediato a la Policía.
La vivienda de Salomón está en 3 de Febrero y Pasaje La Delfina, a pocos metros de la sede de la fuerza, de la que alguna vez vistió con orgullo su uniforme, por lo que la llegada de los funcionarios fue casi inmediata, pero el cuadro era grave, muy grave por lo que requirieron la inmediata presencia de una Ambulancia la que llegó a los pocos minutos, casi simultáneamente con el hijo, el que se entró en estado de shock.
El inmediato traslado al "Sagrado Corazón de Jesús" no pudo evitar que el cuadro se agravara y -según trascendió- tras sufrir al menos dos paros cardíacos falleció.
Salomón, apodado (por la espalda) "Diez y diez", en alusión a su chuequera, nació en Herrera fue peón rural, albañil y hasta ferroviario, pero por sobre todo Policía.
Se le inflaba el pecho cuando hablaba de la "milicada", y pese a su edad aseguraba que estaba dispuesto a colaborar si lo necesitaban para poner un poco de orden.
Fue el vigilante en la garita de Pueblo Nuevo y en la plaza San Martín (como lo muestra la gráfica) pero en 23 años en la Comisaría local pasó por distintas tareas; también cumplió funciones en Herrera, Las Moscas, San Marcial y hasta en la Jefatura Uruguay. Se retiró en 1980 cuando era funcionario en Libaros.
Fue un hombre bueno, gentil, caballero. Profundamente enamorado de su esposa, Dionisia Ramona Silva, y orgulloso de sus hijos Norma Beatriz y Marcelo "Patita", quienes seguramente están conmovidos por lo ocurrido.
