Sábado 28 de Agosto de 2010, 17:55

Opositores a la conducción del sindicato "Luz y Fuerza&quo

| El Secretario General del Distrito Uruguay de “Luz y Fuerza”, Darío Alberto Mercanzini es el blanco de las críticas de la oposición que lideran Javier Alfonso Caire y Sergio Parreño. Le imputan una administración personalista, que no hay balances y la falta de aportes jubilatorios a empleados de Eselif, un emprendimiento de los trabajadores que prestó servicio a la empresa provincial de energía, y de la cual era uno de los Directores.

El Distrito Uruguay del sindicato “Luz y Fuerza” celebrará el viernes 8 de octubre las elecciones para renovar su conducción. El Secretario General Darío Alberto Mercanzini que pretendería un nuevo período al frente del gremio tendrá que competir con Javier Alfonso Caire, que encabeza, junto al basavilbasense Sergio Parreño, la lista “Nueva generación, Inocencio Gile”. El proceso electoral comenzó con denuncias de “irregularidades” de los opositores a la actual conducción, por la falta de aportes a la Caja de Jubilaciones, la ausencia de balances, excesos de deudas, desmantelamiento y abandono de la ex central Caseros. Además se le reprocha a Mercanzini el manejo personalista del sindicato a quién responsabilizan de que no se les permita utilizar la sede de la organización en Concepción del Uruguay porque “desde diciembre del 2008 permanece cerrada”. “Nos viene negando la realización de una Asamblea Extraordinaria desde el 2007 y por lo cual nunca brindó explicaciones ni detalles de cómo es el manejo de la institución, la que no le pertenece sino que es de todos los afiliados”, afirmó Caire. El dirigente dijo que las denuncias por las irregularidades que se acusa a Mercanzini fueron presentadas, hace tres años y medio, en el Ministerio de Trabajo y pasaron por todas las instancias ministeriales y terminó en un juicio en el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay de Mercanzini y Otros contra el Ministerio de Trabajo. “La institución (sindicato) no fue intervenida por el pedido de un grupo importante de afiliados”, aseguró Caire. Del mismo modo que el dirigente uruguayense Sergio Parreño cuestionó a la gestión de Marcanzini, de la que fue parte y de la que renunció por la falta de transparencia, y a modo de ejemplo recordaron que no presenta balances aprobados por asamblea desde el año 2005 a la fecha. También le reprocharon la no realización de aportes jubilatorios a empleados de Eselif, un emprendimiento de los trabajadores que prestó servicio a la empresa provincial de energía, y de la cual era uno de los Directores. Caire acusó a la conducción del gremio de que a su sector no se le facilitara el padrón con los afiliados que pueden participar de los comicios, pero que no obstante su sector participará de las elecciones con la confianza de contar con el respaldo de la mayoría de los obreros que están cansados del estilo que le imprime Mercanzini a la conducción del sindicato. Reforzando los dichos de Caire sobre el respaldo que entiende recogerá la oposición en los comicios Parreño dijo que “en el interior” del Distrito tienen fuerte adhesión y que en Basavilbaso el oficialismo está representado por Lucio Lescano, al que calificó de “personaje”, quién junto a Alfredo Peiretti responden a un estilo de conducción que “aprieta a los compañeros”. Parreño recordó que un 30 de diciembre (de 2008) Mercanzini convocó a una Asamblea y cerró las puertas de la sede del sindicato dejando en la calle a más de un centenar de trabajadores Caire opinó que el sindicalismo “cambió a partir de las privatizaciones”, y al ser consultado sobre el encanto que tiene ser Secretario General de un gremio y permanecer en el cargo el mayor tiempo posible se explica en que “lo hacen por negocio” y por eso los malos convenios colectivos de trabajo “que se logran” en desmedro de los trabajadores. Además dijo que “Mercanzini se jacta o nos dice que tiene el apoyo del compañero (Jorge) Busti y del compañero (José Eduardo) Lauritto”, pero que “no creo que de parte de esa dirigencia le den apoyo a sabiendas de las graves irregularidades que tiene la institución”, y porque además “es Director de una empresa”. Por último Caire dijo que “no hay explicaciones” y una “aberración” lo que se hizo con la Central Caseros, una “usina modelo” que quedó como “reserva fría”, y que fue desmantelada, y según la valuación que hizo el Ingeniero César Silva tenía un valor de U$S10 millones y “estos Señores (por la conducción del sindicato “Luz y Fuerza”) la terminaron vendiendo por $200 mil”.