Osuna reclama que el uso de agroquímicos sea racional y respet

“Si no se reacciones vamos camino a naturalizar el uso de elementos que son francamente perjudiciales para la salud y que se van a volver en contra la calidad de vida de ciudadanos y ciudadanos, y peor aún de la vida misma”, expresó Blanca Osuna. La Senadora justicialista por Entre Ríos reconoció en declaraciones a RIEL FM que “son muchas” las evidencias del daño que provocan el mal uso de los agroquímicos, particularmente del glifosato, debido a ello es que se está trabajando seriamente en la cuestión y consideró “saludable y valiente” la actitud del Director del hospital “San Miguel” de San Salvador que denunció abortos espontáneos, malformaciones y casos de cáncer, los que frente a relevamientos realizados se vinculan al uso de determinados productos del paquete tecnológico utilizados en los cultivos de soja. Osuna dijo que se detectó el comienzo de esta problemática en la zona donde los sembrados, particularmente de soja, están muy próximas a los asentamientos poblacionales. Entre las actividades realizadas reveló que dos equipos de investigadores, uno de la Universidad de Buenos Aires, de la facultad de química, y otro de la Universidad de Rosario, de la facultad de bioquímica, realizaron completísimos estudios los que obran en la Secretaría de Salud y en el Senasa, y que coinciden en el “altísimo impacto” que tiene en el medioambiente y la salud la utilización “irracional” de agroquímicos, particularmente del glisfosato. La Senadora justicialista reconoció que de los relevamientos surge un aumentado de los enfermos de leucemia, insuficiencia renal, problemas pulmonares y neurológicos, intoxicaciones, malformaciones y otras enfermedades que tienen como causa el contacto directo o indirecto con el glifosato y que por ello “es indispensable poner un límite a el uso irracional”. Osuna resaltó que “además de los efectos en la salud de las personas, el uso de estos agroquímicos ha producido la muerte de diferentes especies de pájaros como palomas, loros y cardenales, además de halcones, zorros, peludos y otros animales que se intoxicaron por alimentarse de los pájaros envenenados”. En Entre Ríos -indicó Osuna- la siembra de soja transgénica se ha duplicado en los últimos diez años y muchos pueblos se encuentran rodeados del cultivo, peor aún deben convivir con las fumigaciones aéreas y terrestres, las que muchas veces no consideran ni respetan los límites de los territorios a fumigar y la deriva del viento. “No podemos quedarnos cruzados de brazos, tenemos que proteger la vida de las personas sobre todas las cosas”, y aclaró no querer ir contra del sistema productivo y mucho menos demonizare a la soja. Seguidamente Osuna apuntó a las responsabilidades que tiene sobre la cuestión la gestión de Felipe Solá en la Secretaría de Agricultura de la Nación, durante el Gobierno de Carlos Menem, por la “llamativa rapidez” y “poca seriedad” con la que la administración del Estado Nacional dio una aprobación técnica a los requerimientos realizados por determinadas empresas que impulsaron el paquete tecnológico de las semillas transgénicas y la siembra directa. Finalmente abogó que se logre romper con posiciones irreductibles, abandonar la hipocresía y abordar sin temores un tema que en la medida que las superficies cultivables avance “nos afecta a todos”, exclamó.