| Desde hace dos semanas los Bomberos Voluntarios de Basavilbaso no paran. Han tenido que intervenir en diferentes incendios, los que en su mayoría se han desencadenado por quema de pastizales en distintos puntos de la ciudad, la zona rural y localidades vecinas.
La situación más complicada que debieron afrontar los Bomberos de la ciudad fue en la tarde del miércoles 21 de diciembre pasado, en la zuna sur del barrio Estrada, cuando por acción del viento las llamas, que había encendido un vecino para quema basura, se desplazaron rápidamente hasta un campo próximo con rastrojo de trigo que al ser alcanzado por el fuego parecía imposible de apagar. Trabajaron en el lugar varias horas.
Los Bomberos admiten cierta preocupación debido a la gran cantidad de veces que se ha tenido que salir en tan poco tiempo. La mayoría de lo casos los focos ígneos están íntimamente relacionados con la situación climática y la persistente sequía, pero también en algunos casos observan que hubo desaprensión de personas que iniciaron el fuego y no pusieron cuidado sobre su extinción, y luego por las condiciones antes señaladas la combustión y propalación se vieron facilitadas.
Los voluntarios casi no pararon en los últimos quince días en los que debieron intervenir en incendios de montes, campos y hasta en cultivos, incluso en los primeros minutos del 2012, cuando la mayoría de los basavilbasenses compartíamos la celebración por la llegada de un nuevo año, fueron convocados para apagar el fuego, presuntamente originado por un elemento pirotécnico, que afectaba cultivares en la zona sur de la ciudad. "Creemos que es indispensable que todos cuidemos que no se produzcan incendios, evitando prender fuego o asegurándonos que lo extingamos por completo cuando lo hacemos porque las condiciones son más que propicias para que de una chispa se origine un siniestro que puede ser incontrolable", reflexionó un voluntario.
