Jueves 5 de Abril de 2012, 00:10

Rindieron homenaje póstumo a Miguel Bernik

| Este miércoles, puntualmente a las 18 horas, en la Casa de la Cultura se realizó un homenaje póstumo a quien fuera director del coro municipal "Magnificat". La iniciativa de que la Sala de Música se denomine Miguel Bernik surgió del bloque de Concejales del Frente Entrerriano Federal y recibió apoyo unánime de los demás ediles. El breve y emotivo acto contó con la presencia -entre otros- de familiares, amigos, integrantes del "Magnificat" y vecinos.


El acto fue encabezado por el responsable del área de cultura del municipio, Claudio Obispo y la Concejal Liliana Preado. Comenzó -como se había anunciado- puntualmente a las 18 horas, y rodeado de los familiares del homenajeado Obispo comentó cómo surgió la iniciativa hasta la sanción, por unanimidad del HCD, de la Ordenanza que estableció que la Sala de Música de la Casa de la Cultura se denomine Miguel Bernik. El breve y emotivo acto contó con la presencia -entre otros-de amigos, integrantes del "Magnificat" y vecinos. Y fue seguido con especial atención por los nietos de Bernik quienes luego fueron invitados a descubrir una placa en la sala que desde hoy lleva el nombre de su ilustre abuelo. "Para hablar de una persona como Miguel es necesario hacerlo desde el cariño, amor y el reconocimiento por su incesante trabajo como Director del coro municipal "Magnificat". Su responsabilidad en la actividad, que llevó durante 55 años, dejó muy bien a nuestra ciudad en cada lugar visitado. Además de innumerables amigos", dijo Liliana Prado. Para la Concejal el coro significó "mucho" en la vida de Miguel Bernik, quién, "con gran disciplina, predicó con el ejemplo, al igual que su humildad, manteniendo una elevación cultural, espiritual, la que transmitió con tanta sabiduría. Y sobre todos el respeto de los grandes que como Él saben hacerlo...como cuando fue premiado en la Nación por ser el Director con más de 50 años de trayectoria a lo largo y ancho del país". "Miguel fue, es y seguirá siendo el Director del coro municipal Magnificat", exclamó Prado para quien la sala que desde hoy lleva su nombre "lo vio sentado estudiando, meditando, trabajando incansablemente en su labor musical debe llevar su nombre, es un dúctil homenaje para quien un día hace mucho tiempo decidió dar la posibilidad de participación a quienes con inclinación al canto coral y con aptitudes humanas para la convivencia pacífica y respetuosa", afirmó la edil que destacó que el homenajeado "dio su tiempo, vocación y cariño al pueblo de Basavilbaso, su pueblo...el que lo vio nacer y lo vio volar un cuatro de abril y en ese vuelo de palomas que llevó su canto, dejó un legado: "Yo alabo. Yo canto con alegría". Para terminar su alocución Prado, con voz entrecortada por la emoción dejó una estrofa de José Hernández: "Cantando me he de morir. Cantando me han de enterrar y cantando he de llegar al pie del eterno padre dende el vientre de mi madre vine a este mundo a cantar".