Rocamora y el Calá

Desde la provincia de Cáceres (España) recuerdo a mi pueblo Rocamora. Trataré de describirlo como era hace 60 años cuando a su escuela concurría, y desde el campo donde vivíamos, (íbamos a la escuela a caballo todos los días), salvo diluvios, no había motivos para dejar de concurrir a sus aulas, alli siempre recuerdo los cafés calientes solidarios del turco Busmail, maravillosa persona (que tenía un almacén de ramos generales frente a la escuela). El arroyo Calá, tenía sus aguas transparentes y llenas de peces. Su estación de ferrocarril, (allí se apeó mi abuelo paterno, que aún era soltero, luego de llegar de Bélgica y con destino a la colonia Vergara donde el Gral. Urquiza les había entregado tierras). Junto a la estación paso de innumerables trenes, se encontraba su correo, el molino arrocero de Etchegorren, el almacén de Escarioni, las herrerías de los Grondona, las carnicerías y también panadería... ¿Qué es lo que Rocamora necesita?: 1) solución por la contaminación de las aguas y del aire que se respira en Rocamora y la zona circundante, (no olvidemos que la escuela está a menos de 2000 m de la planta de Manfico y a unos 3000 m de las termas de Basavilbaso, tenemos que tener en cuenta que ahora tenemos al frente de la secretaris de medio ambiente, Romina Picolotti, y a ella se pueden hacer llegar nuestras antiguas Inquietudes. 2) Acelerar la construcción de viviendas y la adjudicación de las mismas.3) Dotar a la Policía local de los medios necesarios para su trabajo. 4) Activar el club de fútbol que años atrás tan brillante desempeño tuvo en los campeonatos de la zona, tienen la cancha a metros de la ruta y unas tres Ha. 5) Terminar el salón de actos de la escuela, que es el lugar obligado de reuniones. 6) No hay cobertura para los móviles y con los fijos no pasa nada. 7) Para realmente dar un aspecto de pueblo, se necesitaría interesar a la propietaria de los terrenos que rodean a la escuela, haciendo unos lotes grandes como para los que quisieran puedan construir viviendas con jardines y pequeñas huertas,quizás sea una utopía pero soñar no cuesta nada. [b]Tidio César Slootmans[/b]