Jueves 5 de Febrero de 2015, 12:52

San Valentín...los vínculos

| El 14 de febrero tiene lugar una celebración muy popular, es “Dia de San Valentín”, Día de los enamorados, donde se intercambian regalos, bombones, flores, y cuanto presente San Valentín quiera para manifestar el amor. Los invitamos a reflexionar sobre la manera de relacionarnos con el otro, con el que podemos compartir la vida, pero ¿de qué manera lo hacemos?


“Vínculo” es un término que procede del latín del término “vinculum” que significa atadura, cadena, Desde un punto de vista etimológico, se refiere a cómo las personas nos atamos, nos encadenamos o nos vinculamos. Las personas podemos vincularnos de forma frágil, o muy pegajosa, o de manera muy firme, o flexible. Teniendo en cuenta que el vínculo se establece al menos entre dos personas, las reacciones que se pueden producir ante las diferentes formas de vincularse pueden ser variadas y diferentes dependiendo de cada una de las partes que se vinculan. En las relaciones de pareja, uno de los miembros de la pareja puede reaccionar apasionadamente explorando y buscando la intimidad en el contacto físico de manera persistente, mientras que su pareja, puede sentir agobio y que no le deja espacio para poder respirar. Así se producen situaciones difíciles en la convivencia de la pareja, que producen mucho malestar. La pregunta que surge a raíz de estas experiencias, es cómo establecer buenos vínculos en una pareja que produzcan bienestar y enriquecimiento personal en las dos partes. Mucho se ha escrito sobre el tema y siempre hay un dicho que dice más o menos: “amar sin apego”. Ahora bien, del dicho al hecho hay un largo trecho, y cualquiera se pregunta si esto es posible. ¿Podemos vivir sin la experiencia de apego? Planteamos unos interrogantes con respuestas: a) ¿El apego es una experiencia universal necesaria en nuestro desarrollo? Parece que lo es, y forma parte de nuestro desarrollo de la seguridad y confianza. Un buen apego seguro con nuestros padres, en nuestra etapa de bebés-infantes, nos proporciona seguridad y capacidad para explorar el medio y enfrentarnos a situaciones adversas o frustrantes. b) ¿Qué es un vínculo sano? Un vínculo sano es aquel que nos permite, por una parte, experimentar seguridad a partir del afecto y estimulación apropiada y, por otra, autonomía personal percibiendo y sintiendo una interdependencia entre las personas. En un vínculo sano se da y se recibe por un igual, se toleran las diferencias y se muestra afecto y necesidad de él, además de aceptarlo con bienestar, cuando nos lo dan. c)¿Puede existir un vínculo sano con apego? Si el apego es sano (flexible y a múltiples personas, no hay posesividad destructiva) y/o seguro, puede ayudarnos a establecer buenos vínculos en nuestras relaciones; si el apego es absorbente, pegajoso o con muestras de agresividad, anulando y poseyendo a otra persona, los vínculos son tóxicos e insalubres. CONCLUSION: Podemos establecer vínculos sanos y seguros en nuestras relaciones, donde la atadura existe, pero no nos hace una herida duradera, ni nos corta la circulación, pudiendo desatarnos si es preciso; estamos vinculados con los demás por una atadura que nos aporta seguridad, preservando nuestra autonomía, y con la posibilidad de desatarla cuando notamos es perjudicial. Especial para RIEL FM de la Lic. Patricia Eckerdt, Psicóloga, MP.1518.