| El presidente del comité radical de Basavilbaso recordó esta mañana el golpe militar que derrocó al Presidente Arturo Umberto Illía como "uno de los momentos más amargos y lamentables de la Historia Argentina de los últimos 50 años, no sólo por su propio significado sino por las consecuencias nefastas que trajo a la posteridad su concreción".
"El golpe militar encabezado por el Gral. Juan Carlos Onganía que derrocara el 28 de junio de 1966 al gobierno del Presidente Arturo Umberto Illía, democráticamente elegido por su pueblo, intentó disfrazar como una reacción natural ante un gobernante al que los medios acusaban de "lento", al punto tal que lo caricaturizaban como una tortuga, fue realmente la desestabilización de un gobierno nacional y popular, defensor de la soberanía y verdadero luchador por la causa de los desposeídos. Quedan como mojones indiscutibles de ese accionar, que molestó a los poderes económicos y sindicales al punto de ir a golpear la puerta de los cuarteles, hechos tan importantes y definitorios como la anulación de los contratos petroleros, la construcción de la represa de "El Chocón" (que aseguraba el autoabastecimiento energético), la negativa a colaborar con las tropas norteamericanas en la invasión a Santo Domingo, la apertura comercial a mercados socialistas y la libertad absoluta de prensa (como no la había habido antes ni la hubo nunca más). Todo esto fue contestado en los tres años que duró el gobierno, con un "plan de lucha" de la CGT, huelgas, movilizaciones y ocupaciones de fábricas, que terminaron confundiendo a la opinión pública y preparando el terreno para la autodenominada "Revolución Argentina", que inició uno de los períodos más negros de nuestro pasado, el que sólo terminaría casi 20 años después, en 1983, y cuyas consecuencias todavía hoy estamos pagando con el desencuentro de los argentinos", expresó Ángel Medina, presidente del comité de la UCR local, en un comunicado enviado a nuestra redacción.
Finalmente Medina citó una frase de Illía: "Examinen los hechos con juicio crítico y vean cuáles sirven y cuáles no. Acostúmbrense a tener juicio crítico, no sean dogmáticos ni sectarios, sepan que tienen responsabilidades con el país. Cada uno debe ocupar su puesto de lucha y no tener descreimiento, porque con eso no vamos a ningún lado".
