| La actriz estadounidense Angelina Jolie visitó Puerto Príncipe, Haití. Recorrió la capital desvastada por el terremoto del 12 de enero pasado en un helicóptero del que era parte de la tripulación el basavilbasense Luis Fornerón.
La embajadora de Buena Voluntad del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) advirtió que se tardará "muchos años" para lograr la reconstrucción de Haití y exhortó a los gobiernos y organismos internacionales a mantener la ayuda al país.
Como se observa en la fotografía, tomada este 10 febrero, Angelina Joli se trasladó hasta la desvastada nación caribeña en helicóptero. Entre los tripulantes de la aeronave se encontraba Luis Fornerón, oriundo de Basavilbaso. La diva fue nombrada Ciudadana Universal por su destacada ayuda a los niños pobres en distintos países del mundo por UNICEF.
Jolie advirtió que hay que evitar el incremento en el país del tráfico de niños que, ha opinado, ya era un problema antes del seísmo. "Haití tenía muchos problemas de tráfico antes del terremoto y ahora debe mantener una estrecha vigilancia sobre los niños", ha dicho Jolie, que ha asegurado que "tomará muchos años reconstruir Haití". La artista ha visitado un hospital en Delmás, periferia nordeste de la capital haitiana, y se ha reunido con el presidente del país, René Préval.
Jolie, de 34 años, quien ha completado su segundo día de visita en la capital haitiana, ha señalado que hay que brindar a los haitianos la "capacidad de luchar por su propio futuro", porque esto ayuda a restaurar su "esperanza y respeta su dignidad". "Las necesidades de Haití son enormes, se necesita cada día de más alimento, agua, refugio y asistencia médica", opina la actriz, quien advierte que el desplazamiento de miles de haitianos podría durar una década.
Angelina ha aplaudido el trabajo de organizaciones no gubernamentales como SOS, que han proporcionado cuidado adicional a los niños que han quedado huérfanos y aquellos que han perdido el contacto con sus padres. Jolie también ha visitado a trabajadores haitianos que ejecutan un programa de remoción de escombros a cargo de las Naciones Unidas, que emplea a unos 40.000 obreros y que espera elevar hasta los 400.000 trabajadores. Ha dicho sentirse "impactada" por la fuerza y el espíritu de los haitianos y en especial por aquellos que han sufrido amputaciones de sus miembros.
