Miércoles 16 de Diciembre de 2015, 13:45

Un grupo de teatro comenzará a trabajar en el "Astral"

Cultura | El área de cultura del municipio, de la mano del grupo de teatro "Nómadas", comenzarán a realizar actividades para recuperar el "Astral".


Según pudo saber RIEL FM en la tarde de este miércoles, en la Casa de la Cultura, se concretará una muy importante reunión entre los responsables del área de cultura de la Municipalidad, Enrique Garcia, Paola Coto y Maira Esquivel e integrantes de un grupo de teatro independiente "Nómadas", con la idea de formalizar un acuerdo por el cual, y de manera conjunta, comenzarán a realizar actividades con el propósito de ir recuperando el "Astral". El edificio, de arquitectura muy destacada, permaneció cerrado años, y en alguna ocasión fue depósito de semillas hasta que a fines de la década del '70 recuperó algo de su vieja actividad como cine, pero cerró más adelante por falta de espectadores. En los '90 fue boliche bailable. Finamente, deteriorado, maltrecho, sucio, fue un aguantadero que provocó quejas de los vecinos, que ahora parecen reaccionar a favor de un aspecto de la historia de la ciudad que no puede ser tan maltratado. El edificio fue incorporado al patrimonio de la municipalidad, en 2004, con una inversión de $65.000, de los cuales pagó $43.200 en efectivo y se hizo cargo de una moratoria con la DGR -por una deuda que acumulaban sus propietarios anteriores-, de los honorarios profesionales del Procurador Fiscal de Rentas ($2.750) y de una suma reclamada en los autos: "Municipalidad de Basavilbaso c/ Baraglia Moisés-Apremio-", tramitado en el juzgado de primera instancia en lo civil y comercial Número 1, Secretaria Número 2, de Concepción del Uruguay. Pero las autoridades municipales no lograron éxito en las múltiples gestiones realizadas para lograr recursos que permitieran recuperar el edificio como sala para la proyección de cine y/o la realización de obras teatrales. Y al parecer el nuevo gobierno, encabezado por Gustavo Hein pretende que se le de uso, de manera permanente y que paulatinamente se lo recupere, y en ese sentido es que dio el "visto bueno" para que el grupo teatral antes mencionado comience a desarrolalr su tarea en ese ámbito. El “Astral” es una extraordinaria sala que supo recibir a las primeras compañías nacionales. Por sus tablas desfilaron actores de la talla de Leonor Rinaldi; Alberto Anchar (p), Arsenio Mármol, Atilino Ortega Saénz y los Podestá. Fue edificado en ladrillos asentados en barro y techo de chapa acanalada a dos aguas con claraboya corrediza, tenía una excelente acústica, ponderada por los visitantes. Su platea, para casi mil personas, tenía un piso de pinotea regulable en altura que podía transformarse desde un salón de baila hasta una cómoda sala para la proyección de cine. Fue concebido como teatro, por lo que cuenta con palcos a su alrededor y tertulia, y camarines, lamentablemente destruidos con el paso del tiempo, de igual modo que sus decorados y el gran telón de terciopelo rojo. El estilo de la fachada exterior responde a un movimiento propuesto por un grupo de arquitectos; que a partir de 1918, reivindicaron nuestro pasado hispánico llamado neocolonialismo, aunque para algunos autores no es más que otra alternativa del eclecticismo reinante, este estilo neocolonial se inspira en el barroco americano o en fachadas españolas, tal ese caso, donde como en el barroco español proliferan las líneas curvas (nótese la cornisa), con reminiscencias moriscas (similar al Puente Uriburu o Alsina que atraviesa el riachuelo en el barrio porteño de Nueva Pompeya en 1938). Durante muchos años el emblemático y distinguido edificio del barrio Oeste permaneció cerrado. Aunque también se lo llegó a utiliza para depósito de semillas. A fines de la década del ’70 una sociedad integrada por Néstor Gorge, Rubén Barac y Roberto Joult logró recuperar la sala como cine, y desde el 16 de noviembre 1978 funcionó como tal. A fines de los ’80 y debido a la sensible caída de espectadores la proyección de películas se redujo a un día o a lo sumo dos por semana hasta que termina cerrando sus puertas. En los ’90, y como le ocurrió a otras salas de similares características, fue transformado en boliche bailable y luego en bailanta. Sucesivos emprendimientos le fueron retirando las partes más dañadas por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento, y en algunos casos mucho más que eso, por lo que su puesta en valor necesitará de un esmerado trabajo de quienes realicen la tarea. Otra vez abandonado a su suerte el “Astral” se convirtió en tierra de nadie, y peor aún por la falta de higiene que perjudicó a los vecinos de ese sector del barrio Oeste, fue entonces que se multiplicaron las quejas y las demandas para que se actuara desde la comuna, particularmente de los sectores vinculados a la cultura que pretendían que a partir de la intervención municipal el inmueble pudiese ser incorporado al patrimonio comunal, algo que felizmente se concretó con la adquisición de los derechos posesorios y hereditarios en octubre del 2004.