| Para la mayoría de las personas, la Nochebuena es sinónimo de encuentro con la familia y con los amigos. Sin embargo, muchas veces, por distintas circunstancias, hay quienes hoy celebrarán la víspera de Navidad de una manera muy singular. En esta nota una de esas historias que merecen
ser contadas.
Luis nació en Basavilbaso en 1960, es el mayor de los seis hijos de Doña "Titi" (María Teresa) y Roberto, un reconocido carpintero del pueblo. Cursó sus estudios primarios en la Escuela Nº 33 "Justo José de Urquiza" y hasta el 3º año del secundario en el Colegio Nacional de Basavilbaso.
De contextura delgada, lo que le hizo "ganar" entre sus compañeros de secundaria el apodo de "Killing", por el personaje de una popular fotonovela; fue uno de los velocistas preferidos de "Naldo" Piccini, el profesor de Educación Física.
Desde muy chico fue un apasionado pescador, y fanático de las motos, y uno de sus sueños era volar. Cuando tenía aprobado el 3º año del colegio se fue a Córdoba con el firme propósito de estudiar en la Escuela de Aeronáutica, concretando lo que a su papá no le fue posible.
No sin esfuerzo hizo la carrera, pero un problema en uno de sus oídos le impidió ser el piloto de avión que había soñado. Esto no fue obstáculo para que se siguiera capacitando y lograra convertirse en tripulante de helicópteros.
Su profesión lo llevó a participar de varias campañas antárticas y misiones de paz en distintas partes del mundo.
El tiempo le permitió capitalizar experiencias y se convirtió en un excelente piloto, siendo su función de vital importancia en numerosas campañas en el continente blanco, el rescate de Daniel Scioli en el delta tras el tremendo accidente, durante una carrera de motonáutica en diciembre de 1989, que le costó la perdida del brazo derecho, y en la asistencia a los tripulantes del rompehielos ARA Bahía Paraiso que sufriera un accidente, son solo algunos de los ejemplos.
Forjó su historia con enorme sacrificio y dedicación, no sin momentos difíciles como cuando sufrió la temprana y dolorosa pérdida de su esposa, la madre de sus dos hijos, Juan Pablo, que este 21 de diciembre completó los estudios en la misma escuela que su padre, y Marcos Fabián, un infante de Marina como su tío Luis Rojas (también oriundo de Basavilbaso, hijo de Doña "Beba" y Ramón Catalino Rojas, un obrero del riel).
La hombría de bien y permanente esfuerzo le fueron abriendo camino. Fue así que, casi una década después de enviudar, el amor volvió a tocar su puerta y se casó. Producto de ese amor nació su única hija, Andrea una joven estudiante universitaria por la que aseguran daría más que la vida.
Este 24 de diciembre encontrará al basavilbasense [imgTexto=1261667561.jpg]Luis Antonio Fornerón (posando para la foto con una haitiana)[/imgTexto] en Haití, una convulsionada república que ocupa el tercio occidental de la isla de Santo Domingo (también conocida como La Española), que está situada en el centro del archipiélago de las Antillas, próxima al Trópico de Cáncer. Allí la Fuerza Aérea Argentina (FAA) desarrolla tareas de asistencia humanitaria, en el marco de una Operación de Paz de la Organización de las Naciones Unidas, de la que Argentina es estado miembro, y la Unidad Aérea, de la que es parte Fornerón, tiene una misión más que clave y por ello queríamos desde este espacio rendirle un homenaje y en su nombre a todos aquellos que por sus tareas profesionales no podrán pasar la Nochebuena con sus seres queridos, por lo que seguramente vivirán uan Navidad especial.
