Lunes 20 de Abril de 2009, 19:51

Ya entramos en crisis. ¿Cómo salimos?

| La Licenciada en Economía Leticia Milena Arcusin afirma en una reciente publicación que "se ha ingresado en una etapa de recesión que es imposible disfrazar" y que "las soluciones no pueden ser solo económicas", porque el respaldo político y las formas de implementación requieren de otro tipo de apoyatura.


La crisis económica y social que está atravesando el mundo tiene fuertes repercusiones en el plano nacional que influyen en el mercado laboral argentino y en particular en el de la Región Centro. La Licenciada Leticia Milena Arcusin, de la Universidad Nacional del Litoral, señala en una reciente publicación que "son cada vez más los trabajadores que se encuentran afectados por despidos, suspensiones, reducción de la jornada laboral, contracciones salariales y alteraciones de las condiciones de trabajo. Y son cada vez más las empresas que solicitan conciliaciones y apertura de los Procedimientos Preventivos de Crisis (PPC)". Arcusin detalla que en Córdoba, la Secretaría de Trabajo cuenta que "son 165 las empresas que han presentado PPC, ante la grave situación que atraviesan y a modo de anticipo frente a la posibilidad concreta de reducir masivamente sus nivel de trabajadores, y esperan que dicho número ascienda debido a la falta de expectativas positivas respecto del nivel de consumo interno y la demanda externa". "La metalmecánica, de gran importancia provincial y destacable a nivel local, cuenta ya con 4.500 puestos comprometidos en el sector de la maquinaria agrícola. En la automotriz, la situación de aproximadamente 870 trabajadores se complica ante el vencimiento de los contratos a plazo a fin de marzo en algunos casos y fin de junio en el resto. En la construcción, la cantidad de puestos comprometidos asciende a 5.000 y según el Instituto de Estadísticas y Registro de la Industria de la Construcción, la creación de puestos de empleo se ha reducido casi un 24% en la provincia en lo que va del año. En Santa Fe, según datos “oficiales” aportados por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, son más de 11.000 los trabajadores involucrados, y las solicitudes de apertura de PPC ascienden a más de 100, siendo los sectores más golpeados el metalúrgico, la industria automotriz, la agroindustria y las curtiembres", enumera la profesional oriunda de Basavilbaso, hija de María Laura y Mario Arcusin. Más adelante y entre los factores que se combinan para llegar a esta situación dice "existen algunos que son transversales a todos los sectores económicos, mientras que otros repercuten específicamente sobre un sector y, por efecto multiplicador, terminan incidiendo sobre el resto. Varios son los elementos determinantes de la situación actual. En primer lugar, la retracción del mercado laboral guarda una relación directa con la sequía que ha castigado, por un período considerable, a buena parte del territorio de la Región Centro. Este hecho (obviamente no atribuible a la autoridad económica) ha contribuido a aumentar la cantidad de peones y jornaleros que se ha quedado sin trabajo. En toda la Región, la crisis del sector agropecuario (con precios de los cereales y oleaginosas a la baja), es otro de los eslabones de la tan larga cadena. La incertidumbre, en algunos casos, y la falta de rentabilidad de dicho sector, en otros, han tenido un impacto considerable e importante sobre la situación actual. En este contexto, la demora en la toma de decisiones por parte del gobierno nacional respecto de ámbitos como lechería, granos y carnes también ha hecho lo suyo". Por otro lado, la egresada de la Escuela Provincial de Nivel Medio Número 132 de Basavilbaso y de la Universidad Nacional del Litoral (Santa Fe), en algunos sectores productivos la caída de la actividad económica ha llevado a las empresas a buscar "caminos alternativos" tratando de mantener el mismo nivel de empleo. "Así, han recurrido, entre otras cosas, a adelantar las vacaciones, a afectar rotación de turnos y modificaciones horarias, a suspender las actividades una o dos semanas al mes y a producir para, por un lado, tener mercadería en stock y, por otro, mantener a los trabajadores ocupado en algo". "El gobierno nacional ha lanzado el Programa de Recuperación Productiva (RePro), destinado a empresas que atraviesan situación de crisis, mediante el cual “ayuda” a las firmas con una suma fija de 600 pesos mensuales por cada trabajador, como complemento para el pago de los sueldos, para evitar así los despidos hasta, por lo menos, finales de este año. Lo que no debemos dejar pasar por alto es que este programa se financia (¡vaya casualidad!) con recursos de la Anses", sostiene la Licenciada Arcusin, que aclara que en un lugar menos importante se encuentra a la crisis internacional. "La caída de los mercados por la suspensión de las exportaciones también ha inducido a empresas de distintos sectores, principalmente a las curtiembres, a solicitar el PPC. Lamentablemente la confluencia de todos o de algunos de los factores descritos en los párrafos anteriores, torna mucho más complicada la situación laboral que aqueja a toda la Región. A todo ello hay que sumarle que las estadísticas oficiales siguen siendo para nada confiables. Mientras que desde el INDEC se asegura que la actividad económica creció en enero un 2,3% respecto del mismo mes del año 2008, la realidad muestra un panorama completamente distinto: se ha ingresado en una etapa de recesión que es imposible disfrazar", afirma Arcusin. En el escenario descripto, surge la siguiente incógnita: "¿En qué medida el actual modelo económico está en condiciones de sobrellevar un proceso recesivo sin que ello impacte significativamente en el nivel y/o en las condiciones de empleo?", y en ese sentido Arcusin menciona que los economistas suelen presentar un concepto denominado "elasticidad-empleo del producto", que es una herramienta que permite medir la relación existente entre el incremento del nivel de producción de una economía y el aumento en su nivel de empleo, y viceversa. "Durante el ciclo de crecimiento registrado por la economía argentina entre los años 2003 y 2008 inclusive, dicha elasticidad-empleo alcanzó niveles elevados. En otras palabras, el crecimiento vino acompañado de una gran capacidad de la economía de generar puestos de trabajo. La pregunta es, ahora que la economía está entrando en un proceso recesivo, ¿seguirá manifestando la misma elasticidad-empleo? De ser así, y aún sin saber la magnitud ni profundidad de la recesión, es esperable que el impacto de la misma se sienta con crudeza sobre las variables del mercado laboral". "En consecuencia, el diagnóstico y el pronóstico no dejan de ser reservados", afirma la profesional que al analizar el cuadro del mercado laboral nacional y regional entiende que es "extremadamente complejo" y "grave", y trae consigo "repercusiones sociales ya que las amenazas de desocupación y la incertidumbre e inestabilidad laboral generan tensiones que culminan con la conocida exclusión social. Garantizar la estabilidad laboral es una consigna impostergable, sobre todo cuando se llega a comprender la importancia social que tiene y que otorga el trabajo como fuente de ingresos y como responsable de la economía individual y familiar". Respecto de las soluciones dice que estas "no pueden ser solo económicas, porque el respaldo político y las formas de implementación requieren de otro tipo de apoyatura. Los técnicos proponen opciones y la clase dirigente debe buscar las que sean más aptas para enfrentar los problemas. Si es que se quiere hacerlo". Fuente: diario Puntual (Río Cuarto-Córdoba).