Domingo 5 de Febrero de 2006, 12:48

Ahora comemos más pollo

| Por la suba de precios bajo el consumo de carne vacuna. Durante enero se produjeron bajas en los precios de algunas marcas de pollo que están induciendo a un mayor consumo en reemplazo de la carne vacuna.

Distintas asociaciones de consumidores coinciden en afirmar que la demanda de pollo aumentó por las ofertas de algunas carnicerías y supermercados y por los elevados precios de la carne vacuna, que aumentaron cerca de un 30% durante 2005. "Durante enero se produjeron bajas en los precios de algunas marcas de pollo que están induciendo a un mayor consumo en reemplazo de la carne vacuna", dijo Pedro Bussetti, de Defensa de Usuarios y Consumidores (Deuco). Agregó que el precio acordado con las empresas avícolas de 4 pesos por kilo está siendo mejorado en carnicerías y granjas, que lo ofrecen a un valor inferior que oscila entre $ 3,19 y $ 3,89. "Aunque el pollo es el lógico reemplazo de la carne vacuna, en los sectores de menores ingresos el principal alimento siguen siendo los fideos", dijo, por su parte, Susana Andrada, presidenta del Centro de Educación del Consumidor (CEC). Para Andrada, "el precio del pollo no subió, principalmente porque hay menos exportaciones y porque el acuerdo de precios con el Gobierno es el único que se viene cumpliendo". En cuanto a los pescados, el que más se vende, la merluza, cuesta entre 8 y 12 pesos por kilo y está al alcance de muy pocas familias. "El 90% de la captura de pescado se exporta, entonces a los empresarios no les interesa el mercado interno", afirmó Andrada. Pese a que en general los precios de la carne se mantuvieron estables, en enero aumentaron algunos cortes: la picada especial, el asado y la falda lo hicieron entre un 3 y un 9%, según los datos del CEC. "El pollo se está consumiendo más, aunque el que se vende a menos de cuatro pesos el kilo es muy chico y muchas veces no alcanza para alimentar a una familia tipo (matrimonio y dos hijos)", dijo Sandra González, de la Asociación de Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua). [b]Sustitución sin déficit[/b] "Además, el pescado no rinde y es muy caro, razón por la cual se consume muy poco", sostuvo. Hoy, un kilo de merluza cuesta más de ocho pesos. Agregó que en el verano es mucho más fácil sustituir la carne porque el organismo no requiere tantas calorías. "Muchas amas de casa preparan tartas o empanadas de verdura, que son fáciles de cocinar, y lo acompañan con alguna ensalada. Pero en invierno esto no alcanza", dijo. Aunque una de las recomendaciones de las Guías Alimentarias Argentinas es incluir una amplia variedad de carnes rojas y blancas en la dieta, reemplazar el consumo de carne de vaca por carnes "alternativas" no produciría carencias nutricionales significativas. Para la licenciada Viviana Viviant, miembro de la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas, "podríamos vivir sin consumir carne vacuna siempre y cuando se incluyeran otros tipos de carnes en el plan alimentario". Sin embargo, admitió que la carne roja es la que mayor contenido de hierro aporta, algo en lo que coincidió su colega Adriana Zuccotti, del Hospital Británico. También admitieron que en las clases con menos recursos, donde ya existe un déficit nutricional, si se consumen menos carnes rojas el déficit de proteínas puede ser aún mayor. Fuente: Campo en Acción.