Lunes 3 de Julio de 2006, 15:09

ALBERTO FERNANDEZ SE NEGÓ A HABLAR DE SUPERPODERES

| El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, rechazó hoy el término "superpoderes" que, dijo, "propone claramente la oposición" y explicó que eso "no tiene absolutamente nada que ver con la facultad de redistribuir partidas presupuestarias".

De este modo, el funcionario se refirió a la reforma de la ley de Administración Financiera, creada en 1992, a partir de la cual, señaló, "se le otorgaba al Congreso la facultad de establecer el modo en que se iba a hacer cada uno de los gastos". "Superpoderes el Congreso en algún tiempo de la historia reciente le dio a algún ministro para hacer cosas que no tienen nada que ver con lo que se está reclamando ahora", subrayó Alberto Fernández en declaraciones a Radio América. En ese sentido, Fernández subrayó que "superpoderes era tener la facultad de destruir salarios públicos, eliminar entidades autárquicas, subir y bajar los salarios jubilatorios, subir y bajar impuestos". Agregó que "hablar de superpoderes llama a una enorme confusión, que claramente la oposición propone. Rogaría que no todos nos sumemos a esa lógica, porque si no ya partimos de premisas equivocadas", enfatizó. "Se pretendía que si el Poder Ejecutivo en algún momento necesitaba de recusrsos para destinarlos a otro lugar, no pudiera hacerlo", informó. Sin embargo, esa norma "entró en contradicción" cuando se creó la figura del Jefe de Gabinete, en 1994, en el marco de la reforma de la Constitución Nacional. "Al Jefe de Gabinete se le asignó una función central, que fue la de ser jefe de la administración pública y, además, adminstrar el presupuesto: administrar las rentas y ejecutar el presupuesto", indicó. "Esto entra en contradicción con aquello. Lo que estamos haciendo es poner en orden la ley de Administración Financiera con la Constitucion Nacional", destacó. El jefe de ministros puso como ejemplo de la utilización de recursos redistribuidos la crisis sufrida en Santa Fe tras las inundaciones y el problema energético, resuelto con la compra de fuel oil a Venezuela. Por otra parte, el jefe de Gabinete sostuvo que en el proyecto enviado por el Gobierno al Congreso "expresamente se le prohibe" incrementar el presupuesto o incrementar los gastos y explicó que "esa es una facultad del Congreso y seguirá siéndolo". "Cuando se ha incrementado el presupuesto por una mayor recaudación, se ha incrementado no por decisiones del Jefe de Gabinete, sino por decretos de necesidad y urgencia, que tienen raigambre legal", apuntó. En otro orden, Alberto Fernández respondió las críticas del ex presidente Raúl Alfonsín, quien había criticado el proyecto y señalado que en caso de aprobarse la iniciativa "era la muerte de la república". "Alfonsín no debería haber aprobado la Constitución de 1994, donde se prevé la figura del Jefe de Gabinete y se le otorga la facultad de administrar el presupuesto nacional", dijo al respecto. "La gran mentira de todo esto, en la oposición, es que la ley no altera en nada los controles. El Congreso puede seguir controlando la ejecución presupuestaria como lo hace hoy", explicó. Alberto Fernández enumeró que "está el control interno de la Sigen y el control externo de la Auditoría General de la Nación, está la comisión bicameral que analiza las cuentas del Presupuesto, está la facultad de cada diputado de ver como se ejecuta el mismo y está la facultad que tienen los jueces". Agregó que "la realidad es que finalmente esta es una ley que lo único que pretende es favorecer la administración de la cosa pública, no restar los controles ni darle facultades excesivas o desmedidas al Jefe de Gabinete". Al mismo tiempo, consideró: "No podemos seguir hablando de excepcionalidad a una norma que es del año '97 y que todos los gobiernos aplicaron y utilizaron" y subrayó que "cuando resulta ser que siempre se ha aplicado esta norma de excepción, esto de excepción no tiene nada. Se parece más a un regla". "La solución es debatir la ley y terminar con este criterio de excepcionalidad", concluyó Alberto Fernández. Fuente: Télam.