Martes 26 de Diciembre de 2006, 10:41

Argentina es cada vez más sojadependiente

| La soja es la receptora de la adoración de productores agropecuarios, de la devoción de las multinacionales proveedoras de esa semilla y de la idolatría del Gobierno. La superficie destinada al cultivo creció 4,4% este año. El aumento, que puede parecer poco significativo, adquiere mayor relevancia por tratarse de un cultivo que ya abarca más de 50% de la superficie cultivada en el país, al menos con los principales granos. La cosecha puede llegar a superar 40 millones de toneladas en 2007.


El riesgo reside en que Argentina pase de ser el “granero del mundo”, con diversificación de producción, a transformarse en una típica área agroexportadora especializada en un solo cultivo es una cuestión que ya preocupa. El camino del monocultivo soja, racional en la lógica de rentabilidad presente del productor individual aunque no tan razonable por el desgaste del suelo que adelanta menor rentabilidad futura, resulta peligroso también para la economía en su conjunto. Ya de por sí un modelo sustentado en el agro es vulnerable por la tendencia de largo plazo a la baja de los precios internacionales de los commodities. Y si, además, ese modelo muda a uno de monocultivo, la vulnerabilidad externa alcanza niveles máximos. Lamentablemente todas las buenas razones para evitar el monocultivo se rinden, una vez más, al «oro verde» y por varias aristas. Ganan productores con menores riesgos porque la oleaginosa no está en la mira del gobierno, ya que tiene poca incidencia en precios al consumidor. Gana también el gobierno porque sus ingresos por retenciones son clave para el superávit. Pero pierde el país, que ya ingresó en la peligrosa instancia del monocultivo. No sólo margina actividades de economías regionales, sino que muchas cuentas dependen de una sola actividad. Argentina está ante el riesgo de pasar de ser el “granero del mundo”, con diversificación de producción, a transformarse en una típica área agroexportadora especializada en un solo cultivo.