| Argentina retomó los proyectos de acceso al espacio exterior y lanzó en secreto un prototipo de cohete, con el objetivo de poner en órbita un satélite para uso propio, según informó ayer una publicación periodística.
De acuerdo a lo consignado por el matutino porteño La Nación, el lanzamiento del cohete se llevó a cabo a comienzos de julio, en un campo de pruebas de Bahía Blanca.
Se trata del Tronador, un cohete de pequeñas dimensiones -unos cuatro metros de longitud-, que logró despegar tras un segundo intento.
Con el éxito alcanzado, se avecina la segunda etapa del plan, que consiste en hacer despegar al futuro Tronador II, un vector proyectado para transportar una carga de más de 200 kilogramos, con un motor de combustible líquido.
De esta manera, Argentina dejó por sentada su voluntad de retomar los proyectos tecnológicos orientados a ingresar en la carrera espacial, luego del frustrado plan del misil Cóndor II en 1993.
La principal meta del país en este sentido es crear un cohete capaz de poner en órbita un satélite para uso propio o bien para comercialización a terceros, explicaron las fuentes consultadas por el diario.
Según se pudo saber, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) está al frente de la iniciativa, al tiempo que participan especialistas del Instituto Balseiro, el Instituto Aeronáutico Argentino, el Instituto de Investigaciones Técnica y Científicas de las Fuerzas Armadas (Citefa) y universidades nacionales.
El emprendimiento contaría con el respaldo económico de la empresa VENG, una sociedad de capitales públicos y privados que está controlada por la Conae.
El plan se mantiene en manos civiles, al tiempo que el sector militar se mantiene alejado del proyecto Tronador, que mediante varios oficiales expresó su postura de no involucrarse en el mismo.
El Gobierno había allanado el camino para retomar las iniciativas vinculadas al tema, al emitir una serie de decretos -en abril último- que autorizaron a organismos del sistema nacional de ciencia y tecnología a participar de tareas para el "desarrollo de medios de acceso al espacio".
Hace catorce años la Argentina tuvo que dar de baja al proyecto del misil Cóndor II por las presiones públicas de Estados Unidos, preocupado por el desarrollo del cohete ideado por la Fuerza Aérea, cuyas pruebas se habían realizado en los campos de la Falda del Carmen, provincia de Córdoba.
Actualmente, con otro contexto internacional, el país vuelve a poner en marcha un proyecto espacial.
Fuente: NA.
