| El funcionario Carlos Cheppi asume como nuevo secretario de Agricultura, en reemplazo de Javier De Urquiza, mientras que crecieron hoy las versiones sobre la posible salida de Guillermo Moreno de la Secretaría de Comercio Interior.
La confirmación de la salida de De Urquiza y la designación de Cheppi en Agricultura llegó anoche por parte de fuentes
oficiales, luego de que el Gobierno mantuviera silencio al respecto durante los dos últimos días. Cheppi, un técnico de larga trayectoria que hasta este martes estuvo a cargo del Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTA), jurará hoy en su nuevo cargo y le tomará juramento el ministro de Economía, Carlos Fernández.
Según se pudo saber anoche, Cheppi también será recibido por la presidenta Cristina Kirchner en el despacho principal de la Casa Rosada, en un horario que todavía está "a confirmar".
Con las cartas echadas, De Urquiza se despidió esta noche de sus principales colaboradores en la Secretaría de Agricultura, a quienes les comentó que era hora de seguir su "propio camino".
Más compleja es la situación de Moreno, el polémico secretario de Comercio Interior que supo ganarse numerosos enemigos dentro y fuera del Gobierno nacional. Moreno es considerado "hombre de Néstor Kirchner" y tal vez ese sea su mayor punto débil en este momento en que la Presidenta se dispondría a dar una señal de independencia de su esposo, a quien algunos en la Casa Rosada mencionan como
el "padre de la derrota" por las retenciones móviles.
Para oxigenar su Gobierno, que ya atravesó diversos contratiempos en estos poco más de siete meses de gestión, la jefa de Estado tendría la intención de desprenderse de algunos hombres clave de lo que fue la administración de su esposo, especulan cerca del poder.Si ese es el camino, Moreno, uno de los más exaltados durante los días de manifestaciones callejeras contra el campo y es
acusado de haber "destruido" el INDEC y manipular las estadísticas por la oposición, tendría los días contados en el Gobierno nacional.
Incluso, versiones señalan que Cheppi ya había hecho trascender su preocupación por tener que lidiar con Moreno, un funcionario temible para algunos hombres del Gobierno. Entre quienes rodean a Moreno sostienen que la fortaleza del
funcionario es directamente proporcional a la cantidad de reclamos de renuncia que le llueven desde la oposición.
En la lógica del "morenismo", cuanto más le pidan a Cristina su cabeza, más chances tendrá de sobrevivir a un eventual cambio de Gabinete. Igualmente, cerca de la Casa Rosada se juegan cada vez más en señalar que la suerte del secretario de Comercio Interior está echada y hasta hay rumores de que se lo estaría esperando en las amplias oficinas que Néstor Kirchner posee en Puerto Madero,
desde donde opera políticamente desde su rol de jefe del PJ.
Si Moreno finalmente parte, uno de los candidatos a sucederlo es Ricardo Echegaray, otro hombre de máxima confianza del matrimonio Kirchner, quien ocupa la estratégica Oficina de Control Agropecuario (ONCCA), encargada de asignar los subsidios al agro.
Echegaray estuvo reunido durante la mañana de ayer con la presidenta en la Casa Rosada, pero del tema no se habló.
Como una paradoja, la principal debilidad del funcionario pasa por lo que antes era su mayor fortaleza: la cercanía a Néstor Kirchner. Si lo de Echegaray no prospera, los otros candidatos para la secretaría de Comercio Interior que circulan son Eric Calcagno y Mercedes Marcó del Pont.
Calcagno es un dirigente que supo ganarse la extrema confianza del matrimonio presidencial y demostró ser un todoterreno cuando primero aceptó ser subsecretario Pyme de la Nación, un puesto de escasa relevancia, y luego volver a su banca en el Senado para votar a favor de las retenciones.
Quienes conocen de cerca a Calcagno -a quien los Kirchner comenzaron a apreciar al leer sus columnas en Le Monde
Diplomatique- señalan que la secretaría de Comercio Interior podría estar en sus planes, ya que estaba claro que había aceptado la Subsecretaría Pyme para un cargo de mayor relevancia.
Pero le juega en contra su escasa experiencia pública para un puesto que demanda mayores antecedentes y una muñeca política más experimentada.
En el caso de Marcó del Pont, cuenta con una fuerte confianza de la Presidenta y cumpliría el perfil requerido para el cargo, pero es dudoso que se inclinara por salta de la presidencia del Banco de la Nación a un cargo que tiene estatus menor.
Fuente: NA.