Jueves 26 de Enero de 2006, 10:25

Avanza la investigación del saqueo al banco Río

| Los ladrones del Banco Río estarían en el Caribe y Brasil. Uno de ellos habría actuado en un asalto en Fortaleza.

Los ocho delincuentes que integran la banda que asaltó la sucursal Acassuso del Banco Río se separaron y se fueron del país luego de repartirse el botín, estimado en 25 millones de dólares, producto del saqueo de 145 cajas de seguridad. Importantes fuentes de la investigación dijeron ayer que los ladrones estarían distribuidos en Brasil, Uruguay y en playas del Caribe, según consta en los registros de los organismos de Migraciones y en parte de los documentos secuestrados en una casa de la calle Tres Sargentos al 800, a 12 cuadras del banco asaltado. Además, los investigadores del golpe en Acassuso descubrieron la conexión brasileña de este grupo de delincuentes. Se trata de un ladrón que habría colaborado con la banda que asaltó la sucursal del Banco Central de Brasil en la ciudad de Fortaleza, del estado de Ceará. Si bien el asaltante es de nacionalidad argentina, su nombre aparece vinculado con el grupo que, a principios de agosto pasado, se llevó US$ 68 millones después de hacer un boquete y un túnel de 80 metros de largo por 70 centímetros de ancho. Ayer por la tarde, un equipo de buzos de la policía bonaerense encontró otro bote inflable en el Río de la Plata, a 1000 metros de las bocas del desagüe pluvial construido debajo del banco robado en Acassuso. Según una fuente con acceso a la causa, también habría sido utilizado por los ladrones. Uno de los vecinos de la esquina de Tres Sargentos y Dardo Rocha, donde está una de las alcantarillas por la que escaparon los asaltantes, había declarado que los falsos operarios que trabajaron durante casi dos meses en esa boca de tormenta introdujeron dos botes en el desagüe. El paso de los asaltantes por las fronteras con Brasil y Uruguay fue registrado por la Dirección General de Migraciones. "Desde allí, algunos de ellos tomaron vuelos al Caribe", expresó una calificada fuente del Ministerio de Seguridad bonaerense que se negó a revelar las ciudades a las que, según las constancias aportadas por Migraciones de Brasil y Uruguay, se dirigieron los ladrones. A partir de la recopilación de testimonios y pruebas realizadas por detectives de la Dirección de Investigaciones de la policía bonaerense y del entrecruzamiento de información impulsado por el fiscal de la causa, Jorge Ariel Apolo, en una semana los responsables del caso lograron identificar a los sospechosos del denominado robo del siglo. El minucioso trabajo de los policías incluyó el rastrillaje de más de 2000 metros del desagüe pluvial y el relevamiento de todas las viviendas situadas en las adyacencias del desagüe pluvial utilizado para la fuga y la construcción del túnel que terminaba a metros del tesoro del banco. Los informantes explicaron que esa búsqueda permitió obtener los testimonios que sirvieron para identificar a los ladrones que se hicieron pasar por operarios de una subcontratrista de Aguas Argentinas y a encontrar la casa utilizada como base de operaciones por la banda. Uno de los sospechosos buscados por la policía es el dueño del mencionado chalet, que habría adquirido la propiedad hace cuatro meses. Los investigadores determinaron que, con el objetivo de deslindar responsabilidades, el nuevo propietario confeccionó un contrato de alquiler apócrifo con una sociedad fantasma. Fuentes de la investigación consultadas por LA NACION indicaron que los ladrones buscados tienen entre 35 y 45 años y que, entre ellos, figuraría un ex militar argentino y dos ciudadanos uruguayos que pertenecerían a una fuerza de seguridad de ese país. [b]"Boqueteros expertos" [/b] Los investigadores los describieron como boqueteros expertos que habrían cometido asaltos similares en la ciudad uruguaya de Punta del Este, en la ciudad argentina de Córdoba, y en Brasil, tal como ocurrió con el hecho de Fortaleza. Ayer, también se supo que el propietario del primer bote inflable encontrado en el desagüe muy cerca del banco se desempeñaba en un organismo de inteligencia argentino. Hace una semana, los responsables de la pesquisa habían armado un rompecabezas con los nombres de todos aquellos delincuentes que, por conocimientos y experiencia, podrían haber concretado un golpe de este tipo. Algunos de esos casilleros fueron completados con los rostros de los cinco ladrones que, el 13 de enero último, irrumpieron en la sucursal situada en la esquina de Perú y Avenida del Libertador y, luego de tomar como rehenes a las 23 personas que estaban en el banco, huyeron por un boquete que hicieron en la pared de una sala de máquinas situada al lado del tesoro de la entidad. Ese boquete era el extremo de un túnel de 15 metros que los delincuentes construyeron durante tres meses y que terminaba en el desagüe pluvial instalado debajo del banco. Así, los ladrones pasaron debajo de 200 policías que rodeaban el banco y salieron a 12 cuadras, por la alcantarilla situada en la esquina de Libertad y Tres Sargentos, donde dos o tres ladrones los ayudaron a cargar las bolsas de consorcio con el botín a una camioneta blanca. "Hay identidades que se conocen y progresos significativos en la investigación, ya que se han efectuado comprobaciones que van perfilando responsabilidades e individualizando personas", expresó el ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, máximo responsable de la investigación. El funcionario no descartó la posibilidad de que la banda hubiera contado con un financista. "Es muy probable que esto, por la logística previa y los trabajos de excavación, haya tenido una trabajo previo muy importante, que seguramente ha sido financiado con recursos. La investigación está muy bien orientada en ese sentido", expresó Arslanian. Un par de horas después de que el ministro hiciera esas declaraciones, en el Río de la Plata, frente a la costa de Acassuso, los buzos de la policía bonaerense hallaron el otro bote inflable utilizado por los ladrones. [b]Más grande [/b] Según fuentes de la investigación, el bote del tipo Zodiac es más grande que el gomón encontrado tres días después del asalto dentro del desagüe pluvial y cerca del banco. Los investigadores indicaron que este bote, al igual que el anterior, también fue tajeado por los delincuentes luego de escapar con el botín. Y explicaron que como era más grande pudo flotar durante más tiempo y fue arrastrado por la corriente fuera del desagüe, mientras que el primer gomón perdió flotabilidad más rápido y quedó atascado en el dique de tierra y madera que los asaltantes construyeron a pocos metros del extremo del túnel para poder regular la altura del agua. Otra de las pistas que siguen los investigadores y que hasta anoche no fue descartada se relaciona con la posible colaboración de alguno de los rehenes con los ladrones. Fuente: Gustavo Carabajal de la redacción de La Nacion.