| El kirchnerismo prevé cerrar su gestión en diciembre próximo con el índice de empleo no registrado -en negro- en alrededor del 40 por ciento, más de un 10 por ciento por debajo de cuando asumió en mayo de 2003.
Así lo auguró ayer el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para quien el afán del gobierno por blanquear el mercado laboral se basa en que el trabajo no registrado “impide la mejora en la distribución del ingreso”.
“Esperamos que en este período el trabajo en negro disminuya un 10 por ciento” respecto a “los niveles en que lo encontramos”, señaló Tomada. El ministro destacó que cuando asumió el presidente Néstor Kirchner, en mayo de 2003, encontró “un nivel de trabajo en negro muy alto, superior al 50 por ciento”. Y aunque aclaró que la eliminación del empleo no registrado “no es un tema que pueda modificarse de un día para otro”, dijo que la actual administración “decidió que el trabajo en negro no era un hecho neutro, porque impedía la mejora en la distribución del ingreso”.
En cuanto a la metodología utilizada por el Ejecutivo para blanquear los puestos de trabajo, Tomada señaló que a la para de las inspecciones a los ámbitos laborales se encaró una tarea de concientización dirigida a los empresarios. “Luego adoptamos medidas como la reducción de cargas sociales para empresas de menos de 80 trabajadores, la simplificación para las inscripciones y una ley de mejora para la registración de los trabajadores rurales”, agregó.
