Bonafini : "el agro no tiene derecho a cortar rutas"

"Estos señores no tienen derecho a cortar las rutas, porque, según ellos, ya ganaron en el Parlamento, ¿ahora qué carajo quieren?", se preguntó la presidenta de la organización de derechos humanos al hablar en la plaza, debajo del monumento a Belgrano, ante más de dos centenares de personas. La organización colgó de la verja de la Casa de Gobierno alrededor de 1500 pañuelos de gran tamaño, junto con cuatro pasacalles azules con la leyenda "No Pasarán". Los pañuelos estaban colgados en cuatro hileras entre dos tacuaras y casi rodearon a la Casa Rosada: toda la calle Balcarce, la bajada de la explanada de la avenida Rivadavia y también el otro lateral que da sobre la calle Hipólito Irigoyen. El día de la conmemoración del Libertador José de San Martín marcó el regreso a la vera de las rutas de las entidades del agro, que realizaron un lock out patronal durante poco más de 120 días hasta mediados de julio último. Una vez que finalizó la instalación de los pañuelos, Bonafini pronunció un discurso en el que cuestionó a las entidades gremiales del campo. "La dictadura que siempre apoyaron éstos que se llaman del campo, la Sociedad Rural, (la dictadura) siempre fue apoyada por ellos. Son ellos", acusó. Bonafini expresó que "la democracia le costó mucha sangre al pueblo. Aquí no hay grises. O estamos con el proyecto de este Gobierno o estamos con el enemigo. No hay grises", afirmó. "Si los que se dicen del campo, que son los que quieren afanarnos el campo, la derecha toda, se quieren presentar a elecciones y ganan, los bancaremos", agregó. Advirtió que "no tenemos que dejarlos entrar por la ventana. Porque son tan basura, que no los quiere nadie; nadie los vota. Por eso quieren entrar por la ventana. Y, por ahí, no pasarán", aseguró. En la alocución, la presidenta de Madres censuró las gestiones presidenciales de Raúl Alfonsín, de Carlos Menem y de Fernando de la Rúa. De Alfonsín dijo que "nos engañó", sobre Menem y de De la Rúa los calificó como "lo peor de lo peor" y agregó que "esta democracia tiene que ser participativa, todavía es representativa, así no va a haber traidores que nos voten en contra", manifestó Bonafini. Bonafini solicitó que los pañuelos no fueran descolgados de la verja perimetral de la Casa Rosada. "Mañana, cuando venga Cristina a la Casa de Gobierno, tiene que encontrarla cubierta con los pañuelos", exhortó. Las telas de los pañuelos fueron donadas por los trabajadores de una fábrica recuperada de la localidad bonaerense de Pigüé, asiento de una gran comunidad de descendientes de franceses.