Sábado 14 de Enero de 2006, 16:38

Buscan a los autores del asalto al banco Río de San Isidro

| Cuatro delincuentes mantuvieron cautivas a 23 personas, por más de siete horas, en el interior de un banco. Pese a estar rodeado por policías liberaron a los rehenes, saquearon cajas de seguridad y tras instalar una bomba casera escaparon por un túnel que se hallaba debajo de un mueble dentro de la entidad crediticia.

La búsqueda de cuatro hombres que asaltaron este viernes una sucursal del Banco Río, donde tomaron de rehenes a 23 personas durante siete horas y luego se escaparon por un túnel, continuaba esta mañana en la localidad bonaerense de Acassuso, informaron hoy fuentes policiales. El asalto se produjo en la sucursal de Avenida del Libertador y Perú, en la zona comercial de la mencionada localidad del partido de San Isidro, cuando cuatro delincuentes armados y encapuchados irrumpieron en el banco y redujeron a los guardias de seguridad, empleados y clientes. En pocos minutos el banco quedó rodeado de policías luego de que se activara la alarma del banco, mientras los asaltantes conducían a los custodios, los empleados y los clientes a oficinas del primer piso donde los dejaron encerrados. Pasadas las 19, los "halcones" consideraron que estaban dadas las condiciones para irrunpir, lo que fue autorizado por el fiscal Apolo, que estaba en el lugar, y los altos jefes policiales. Cuando los tácticos del Grupo Halcón entraron a la entidad bancaria se encontraron sólo con rehenes encerrados en oficinas, por lo que inmediatamente los liberaron. Tras recorrer todas las instalaciones, los "halcones" confirmaron que los asaltantes habían huido, pero no sabían cómo ni por donde. En una segunda revisación descubrieron que en una oficina del subsuelo y debajo de un mueble había una boca de túnel, por donde habían escapado los delincuentes. No obstante no pudieron ingresar ya que había granadas y un artefacto explosivo casero con un dispositivo denominado "cazabobos". Ante el descubrimiento de ese agujero que conducía a un desagüe pluvial debajo de la calle Perú, que conecta a la localidad de Villa Adelina con el Río de La Plata, los policías comenzaron a rastrillar la zona, con apoyo de buzos tácticos de la Prefectura. Al no hallar a los hábiles ladrones, los investigadores del hecho presumieron que el escape se había registrado horas antes, incluso cuando seguían dialogando mediante un teléfono celular con el negociador policial. La investigación del hecho esta a cargo del titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6, Jorge Apolo, del Departamento Judicial San Isidro. [b]Más seguridad[/b] La Asociación Bancaria (AB) expresó su satisfacción porque el robo en la sede del Banco Río de la localidad bonaerense de Acassuso "terminó con un feliz descenlace", pero reclamó un mayor control preventivo dentro y fuera de las instituciones. El secretario de prensa de la AB, Eduardo Berrozpe, señaló que "si bien terminó bien la toma de rehenes, exigimos de las autoridades nacionales y provinciales y de las empresas un mayor control dentro y fuera de los bancos". "En los últimos tiempos se incrementaron los robos a bancos por lo que consideramos que se debería incrementar el poder de prevención en las entidades, para salvaguardar las vidas humanas de los clientes", finaliza Berrozpe. (Télam).- [b]Más de 7 horas de terror [/b] Cuatro delincuentes mantuvieron cautivas a 23 personas en el Banco Río de Acasusso por más de siete horas. Pese a estar rodeado por policías liberaron a los rehenes, saquearon cajas de seguridad y tras instalar una bomba casera escaparon por un túnel que se hallaba debajo de un mueble dentro de la entidad crediticia. El asalto comenzó el mediodía del viernes en la sucursal de Avenida del Libertador y Perú en la zona comercial de la mencionada localidad del partido de San Isidro, cuando cuatro delincuentes armados y encapuchados irrumpieron en el banco y redujeron a los guardias de seguridad, empleados y clientes. El coordinador operativo de la policía bonaerense, Daniel Rago, dijo que a raíz de que se "activara la alarma del banco, rápidamente personal policial de la cuadrícula de la zona rodeó el lugar e impidió que (los ladrones) se fuguen en ese momento". En pocos minutos el banco quedó rodeado de policías, mientras los asaltantes conducían a los custodios, los empleados y los clientes a oficinas del primer piso donde los dejaron encerrados. "Los trataron muy bien y los rehenes tuvieron muy poco contacto con los delincuentes, porque los encerraron y no volvieron a verlos", dijo a Télam Carlos, padre de un joven rehén. Minutos después llegó al lugar el Grupo Halcón, cuyo negociador tomó contacto con los ladrones que ya habían bajado la cortina metálica de la entrada del banco y que decían que lo único que reclamaban era que se garantice su seguridad. En un contacto posterior, los delincuentes aceptaron liberar a cuatro rehenes con la condición de que les entregaran alimentos, lo que se interpretó como un gesto de buena voluntad que tranquilizó a los jefes policiales. Tras un lapso que hicieron "silencio de radio", los ladrones volvieron a comunicarse y luego ya no atendieron los llamados del negociador. Pasadas las 19, los "Halcones" consideraron que estaban dadas las condiciones para irrumpir, lo que fue autorizado por el fiscal Apolo, que estaba en el lugar, y los altos jefes policiales. Cuando los tácticos del Grupo Halcón entraron a la entidad bancaria se encontraron sólo con rehenes encerrados en oficinas, por lo que inmediatamente los liberaron. Tras recorrer todas las instalaciones, los "halcones" confirmaron que los asaltantes habían huido, pero no sabían cómo ni por donde. En una segunda revisación descubrieron que en una oficina del subsuelo y debajo de un mueble había una boca de túnel, por donde habían escapado los delincuentes. No obstante no pudieron ingresar ya que había granadas y un artefacto explosivo casero con un dispositivo denominado "cazabobos", ya que lo acciona sin darse cuenta quien lo toca. Ante el descubrimiento de ese agujero que conducía a un desagüe pluvial debajo de la calle Perú, que conecta a la localidad de Villa Adelina con el Río de La Plata, los policías comenzaron a rastrillar la zona, con apoyo de buzos tácticos de la Prefectura. Por la madrugada ahorristas ingresaron para ver si sus bóvedas fueron saqueadas. Fuente: Télam.