Viernes 9 de Septiembre de 2011, 09:13

Caso Acro: perpetua para los Schlenker y otros tres barras de River

| Los hermanos Alan y William Schlenkler, exlíderes de la barra brava de River Plate, fueron condenados a prisión perpetua como "instigadores" del "homicidio calificado" de Gonzalo Acro, pero no irán a prisión hasta tanto quede firme la sentencia.

Hasta tanto la pena de Lococo y los hermanos Schlenker esté firme, la Justicia les prohibió la salida del país, y la obligatoriedad de entregar sus pasaportes, establecer un domicilio fijo, y tener que presentarse a principios de cada mes ante la sede del Tribunal Oral Criminal N° 15 (TOC15) el cual realizó el debate. "Todo ello bajo apercibimiento, en caso de incumplimiento, de revocar las excarcelaciones oportunamente concedidas y ordenar su captura", según se desprende de la parte dispositiva del fallo. Alberto Acro, padre de la víctima, expresó su satisfacción por las condenas fijadas por la Justicia, pero hizo público el temor por su suerte y la de toda su familia debido a que los hermanos Schlenker no irán a prisión de inmediato y seguirán en libertad. Debido a las posibilidades de apelación y a los plazos judiciales, los abogados de las partes estimaron que recién en tres o cuatro años comenzarían a cumplir con las sentencias en caso de que sean confirmadas. En principio, los hermanos tendrán la oportunidad de revertir sus situaciones mediante sendos recursos ante la Cámara Nacional de Casación Penal. La lectura del veredicto fue en medio de un fuerte operativo de seguridad que incluyó el cacheo a los presentes en la diminuta sala, y en la que había más de una docena de agentes de seguridad, entre ellos personal de policía federal y del Servicio Penitenciario Federal (SPF). Pintos, Girón y Luna fueron condenados por ser considerados coautores de "homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas, en concurso real con tentativa de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas". A Luna también lo condenaron por portación de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización legal, y a Girón por resistencia a la autoridad. Ni bien se dio por finalizada la lectura, la policía rápidamente empezó a desalojar la sala, ubicada sobre los Tribunales de Lavalle 1171, y Luna mientras salía sostuvo que la causa siempre estuvo "armada". En este juicio fue excluido a poco de comenzar Sergio "Pelado" Piñeyro, otro de los acusados, a raíz de problemas psiquiátricos que padece, por lo que a futuro se decidirá su situación judicial. Poco antes, al mediodía, Pintos y Luna dieron sus últimas palabras y a su turno se declararon inocentes ante los jueces Hugo Decaría, Héctor Grieben y Javier Anzoátegui, del TOC15. Durante los alegatos, la familia de Acro, que actúa como querellante, había pedido perpetua para todos los acusados, mientras que el fiscal Gustavo Gerlero solicitó 17 años para los Schlenker, 18 para Girón, 20 para Luna y 21 para Pintos. Además, Alan Schlenker afronta una causa por homicidio en San Isidro, donde se le imputa el haber matado a un "dealer" que le habría vendido drogas a su hermano William. Por esa causa, Alan había sido detenido en pleno juicio del asesinato de Acro, pero luego pudo obtener la excarcelación tras el pago de una fianza. El asesinato de Acro se dio en medio de un enfrentamiento entre bandas antagónicas en el seno de la barra brava de River Plate, y estuvo precedido por otros hechos de violencia tales como la llamada "Batalla de los quinchos" en febrero de 2007 en las instalaciones del club River, cuando los Schlenker lideraron a un grupo de personas de la "banda de Palermo", la de zona oeste y la de la Norte, y tuvieron un enfrentamiento con los liderados por Rousseau, entre quienes estaba Acro. Luego de ello se dio otro enfrentamiento entre facciones, el 6 de mayo de 2007, en lo que se conoció como "La batalla del playón". El 7 de agosto de 2007 Acro salió de un gimnasio de Villa Urquiza cerca de la medianoche, y en la intersección de las calles Cullen y Baunes, fue cuando le efectuaron tres disparos que dos días más tarde le provocaron su muerte en el Hospital Pirovano.