Martes 2 de Enero de 2007, 14:07

Cayó la inversión del campo en la ganadería

| Como consecuencia directa de las continuas intervenciones del Gobierno en el mercado de la carne vacuna, en 2006 cayó en 300 millones de dólares la inversión de los productores en ganadería, según un trabajo realizado por el Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina (SRA).

De acuerdo con el informe, la inversión anual en ganadería en rubros como infraestructura, pasturas, genética, fertilizantes y otros insumos venía incrementándose desde 2002 y había alcanzado un valor de unos US$ 900 millones en 2005. No obstante, con las políticas del Gobierno en materia ganadera, que incluyeron el cierre de las exportaciones, los cambios en el peso mínimo exigido para la faena animal y los controles de precios sobre el Mercado de Liniers, entre otras injerencias, el gasto de los productores en esta actividad disminuyó un 33%, lo cual hizo que cayera la inversión a unos 600 millones de dólares. "Se pararon inversiones; las intervenciones ocasionaron una desincentivación en los productores", dijo a LA NACION Ernesto Ambrosetti, economista jefe de la Rural. La compra de alambrados, la instalación de molinos o la adquisición de genética son indicadores que suelen reflejar bien el ánimo de los productores sobre planes ganaderos. En líneas generales, según el especialista de la Rural, a partir de 2002 la inversión en ganadería comenzó a crecer a un ritmo superior al que lo hizo el producto bruto interno (PBI), que se ha ubicado en niveles del 8/9 por ciento desde entonces. Pero este año la inversión cayó y con las intervenciones oficiales también hubo trastornos en los sistemas de producción ganaderos. "En este sentido, aumentó el riesgo para los sistemas fuertemente intensivos [con, por ejemplo, una alta participación de maíz en la dieta de los animales, que tiene un costo extra frente al engorde a pasto], que hoy están pendientes en su rentabilidad de los precios del ganado, que se encuentran disminuidos", expresó Ambrosetti, y agregó: "Los sistemas de producción retroceden hacia modelos más a pasto; retrocedemos a modelos ganaderos de una década atrás". Junto con la menor inversión, en varias zonas denominadas mixtas, es decir, agrícola-ganaderas, como el centro-oeste bonaerense, se observó un traspaso de hectáreas ganaderas a agricultura, sobre todo con soja. "No menos de 500.000 hectáreas ganaderas pasaron a soja", expresó Víctor Tonelli, consultor privado. Además de una caída del gasto de los ganaderos en la actividad, el trabajo del Instituto de Estudios Económicos de la Rural también refleja que durante 2006 la Argentina produjo menos carne. En este sentido, bajó un 3%, desde 3,13 millones de toneladas de res con hueso de 2005 a 3,04 millones de toneladas en 2006. Igual que lo sucedido con las inversiones de los productores hasta el comienzo de las intervenciones oficiales, desde 2002 la productividad ganadera logró incrementarse un 27 por ciento. Pero en 2006 la situación cambió. "La productividad se ha estancado nuevamente", comentó el especialista de la Rural. El consultor Tonelli señaló que en 2006 se habían producido 150.000 toneladas menos de carne, según su estimación, sobre 3,150 millones de 2005. "Cayó 4 por ciento la producción", estimó Tonelli. Según dijo, en 2006 también cayó entre 850.000 y 900.000 la cantidad de cabezas faenadas, desde 14,1 millones de animales de 2005. Por otra parte, el especialista trazó un panorama no muy alentador en 2007 para la actividad, por el cóctel de precios regulados de la hacienda por un lado, y el maíz en alza por el otro (subió casi 100% el último año), que complica la alimentación en esquemas de engorde de animales. "Va a ser mucho peor [2007 en materia de producción] si no hay señales del Gobierno. ¿Con qué vamos a alimentar los novillos?", argumentó el especialista. Al margen de las intervenciones, Ambrosetti advirtió sobre otro aspecto que -según su opinión- debería ser analizado por el Gobierno ya que influye de manera importante sobre el valor de la carne: la elevada presión impositiva. "Cuando el ama de casa va al supermercado o a la carnicería y compra un kilo de carne es muy probable que esté adquiriendo 700 gramos de carne y 300 de tasas e impuestos", señaló para graficar el peso de la presión impositiva. Fuente: Infover.