| Con el peso del protocolo venezolano, Cristina Fernández de Kirchner fue declarada ciudadana ilustre y participó de un homenaje a Simón Bolívar. Más temprano, recibió a la madre de Betancourt, en la embajada argentina de esa capital, a quién le extendió la solidaridad del gobierno nacional y los esfuerzos que hará para que se concrete la liberación de la ex candidata a presidenta.
La presidente le dijo a los periodistas argentinos que “la lucha por los derechos humanos es política fundamental de Argentina y es reconocida en todo el mundo”.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió la llaves de la ciudad de Caracas, fue considerada ciudadana ilustre y luego participó junto a Hugo Chávez de un homenaje a Simón Bolivar.
Poco antes de su encuentro con el mandatario venezolano, Kirchner se reunió con Yolanda Pulecio, madre de Ingrid Betancout, en la embajada argentina de Caracas.
Kirchner le extendió a Pulecio la solidaridad del gobierno nacional y los esfuerzos que hará para que se concrete la liberación de la ex candidata a presidenta, secuestrada por las FARC hace seis años.
La jefa de Estado ya se había reunido otras dos veces con la madre de Ingrid Betancourt para apoyar su reclamo. Es más. Durante su último discurso público -en el acto moyanista- antes de partir hacia Venezuela, la Presidenta volvió a exigir la liberación de la ex candidata y los demás secuestrados por la guerrilla.
De todas maneras, la jefa de Estado condenó enérgicamente el ataque realizado en Ecuador por el Gobierno colombiano para terminar con la vida del “portavoz” Raúl Reyes, número dos de las FARC y otros 15 rebeldes.
Fuente: Télam.
