Jueves 19 de Octubre de 2006, 15:24

Comenzó la ofensiva gremial para sacar a Moyano de la CGT

| El jefe de la central obrera está en el ojo de la tormenta y ya se comenzó a hablar de un eventual sucesor. Suenan los nombres de Andrés Rodríguez (UPCN) y Luis Barrionuevo (Gastronómicos). Transitoriamente asumiría la conducción José Luis Lingeri.

No serán días fáciles los que vienen para Hugo Moyano. El jefe de la CGT quedó en medio de la tormenta tras los incidentes en San Vicente. "No se puede ser capo de la CGT, con todo lo que eso significa, y no poder controlar a 200 tipos que lo terminan perjudicando a él mismo", se escuchó decir a un importante funcionario del Gobierno. En lo inmediato, el enojo con Moyano y los gremios que organizaron (¿organizaron?) el traslado de los restos de Perón a San Vicente se verá en acciones concretas. Una tuvo lugar: el Presidente se despegó de los actos de violencia e incluso arriesgó que no fueron por casualidad, sino que apuntaron directamente en su contra. En la CGT, mientras tanto, el clima está más que espeso.Ya se comenzó a hablar por lo bajo de la eventual sucesión de Moyano. Hay armada incluso una lista de aspirantes: Andrés Rodríguez (UPCN) y Luis Barrionuevo (Gastronómicos) figuran en esta nómina. Cualquiera de estos dirigentes encumbrado en la principal central sindical del país podría propiciar el regreso de los llamados "gordos" a la mesa directiva de la CGT. Esos dirigentes (Armando Cavalieri, Carlos West Ocampo entre otros) están abiertamente enfrentados con Moyano, pero no serían reacios a un alineamiento con el presidente Kirchner. En La Plata, justamente, tampoco se cuidaron de mostrar su bronca con Moyano. El gobernador Felipe Solá habló varias veces por teléfono con su ministro de Seguridad, León Arslanian, y le ordenó que divulgara las acciones emprendidas por la Policía bonaerense durante los disturbios de San Vicente. Es que Moyano había deslizado que la Policía bonaerense poco hizo para frenar los incidentes, a sabiendas de que los mismos gremios habían acordado con las autoridades que la seguridad interna de la quinta 17 de Octubre quedaría a su cargo. Otra discusión, claro está, pasa por determinar los motivos por los cuales el Estado delegó la seguridad de un evento que de la trascendencia del traslado de los restos de Perón a San Vicente. Dentro de algunos días Emilio "Maddona" Quiroz, el militante del gremio de camioneros que disparó en San Vicente, será una simple anécdota emparentada a la violencia. También lo será Sergio "la Tuta" Muhamad, el militante kirchnerista que protagonizó los incidentes en el Hospital Francés. El problema de fondo no son ellos, sino la situación que permite que surjan personajes como ellos y que actúen con un bochornoso nivel de impunidad. Hay que decirlo claramente: las patotas sindicales y los barrabravas no podrían actuar sin ningún tipo de cobertura política. Esa cobertura que floreció en el pasado y que, más allá de la declamación de la "nueva política", se repite en el presente.