Miércoles 12 de Abril de 2006, 15:05

Comienza campaña antigripal

| El ministro de Salud, Ginés González García anunció que las vacunas adquiridas por la Nación para enfrentar la gripe o influenza estacional, podrán ser aplicadas en todos los Centros de Atención Primaria de Salud, hospitales y vacunatorios.

Durante un breve encuentro con medios de prensa, González García afirmó que se espera vacunar a "muchas más personas que el año pasado" y aclaró "este año hemos previsto también la compra de 100.000 dosis destinadas a niños que integran grupos de riesgo, chiquitos con asmas severos, enfermedades fibroquísticas, que por tener sus defensas bajas necesitan muy especialmente la vacuna". El Ministro recordó que el año 2005 "fue muy tranquilo respecto al tema de la gripe pero no por eso debemos confiarnos. Debemos tratar que la mayor cantidad de personas estén inmunizadas y por eso trabajamos fuertemente para complementar lo que realizan las obras sociales y el PAMI". Este año, el ministerio ha reforzado en un 120 por ciento la compra de dosis respecto de 2005. El stock adquirido alcanza el millón de dosis, que serán destinadas a personas que no cuentan con ningún tipo de cobertura médica u obra social y estén incluidas en los grupos de riesgo, así como también a los trabajadores de la salud pública (médicas/os, enfermeras/os y aquellos que en hospitales o cuidados domiciliarios tienen contacto con pacientes de alto riesgo). De acuerdo a las Normas Nacionales de Vacunación -que contemplan además que la vacuna antigripal debe aplicarse en otoño, antes de la aparición de los primeros fríos-, los grupos de riesgo están compuestos por: personas mayores de 65 años; adultos y niños con enfermedades crónicas (cardíacas o pulmonares); adultos y niños con enfermedades metabólicas (diabetes), insuficiencia renal, hemoglobinopatías e inmunosuprimidos (incluye VIH/SIDA e inmunosuprimidos por medicación). Las enfermedades respiratorias en general y la neumonía en particular representan una importante causa de mortalidad en la población general y han sido la tercera causa de mortalidad de la población general en la República Argentina en el año 2004, después de las enfermedades del sistema circulatorio y los tumores. El número de muertes por neumonía e influenza (15.020) fue incluso superior al total de defunciones registradas en 2004 por enfermedades infecciosas y parasitarias (13.343), y sólo un 13 por ciento más bajo que el número de muertes debidas a causas externas (18.094). Más del 90 por ciento de las defunciones por influenza y neumonía se producen en personas que forman parte de grupos de riesgo. Prevenir la existencia de complicaciones disminuye la cantidad de derivaciones e internaciones hospitalarias y mejora sensiblemente la calidad de vida de estas personas. La vacunación es el principal método para prevenir la influenza y sus complicaciones. En los períodos estacionales de la gripe, la vacuna logra -en individuos sanos menores de 65 años- entre un 70 a 90 por ciento de protección contra la infección cuando el antígeno de la vacuna es muy similar a las cepas circulantes del virus. Las dosis provistas por el Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación, son distribuidas a las jurisdicciones provinciales de acuerdo al número solicitado por cada cartera sanitaria local. Otras cuestiones a tener en cuenta sobre la gripe o influenza: La gripe es una enfermedad respiratoria contagiosa, causada por virus de la influenza. Estos virus pueden ser de tipo A, B o C. Los tipos A y B son los responsables de las epidemias que se producen casi todos los inviernos, con frecuencia están asociados con un aumento en los índices de hospitalización y de muerte. El tipo C generalmente produce enfermedades respiratorias leves o incluso no provoca síntomas. No causa epidemias, por lo tanto no origina graves problemas de salud pública como los que causan los tipos A y B. Los síntomas que presenta la gripe son: fiebre alta (38º o más), dolor de cabeza, decaimiento, tos, dolor de garganta, congestión nasal, dolor muscular. También pueden aparecer síntomas digestivos como náuseas, vómitos y diarrea, pero son más comunes en los niños que en los adultos. La importancia de la gripe como problema de salud pública reside tanto en la elevada morbilidad que origina en la población, provocando un importante volumen de personas afectadas en cortos períodos de tiempo, como en la mortalidad directa o por agravamiento de otras enfermedades de base de los ancianos y los enfermos crónicos. Origina además, importantes costos sociales y sanitarios, derivados tanto del ausentismo laboral y la disrupción social que provoca como por el gasto que implica la asistencia sanitaria de la enfermedad. El problema adquiere particular importancia entre los adultos mayores de 65 años, ya que las complicaciones derivadas de la enfermedad generan el 84 por ciento de las muertes de este grupo etáreo (12.630 casos), también se observa un considerable número de muertes por neumonía entre adultos jóvenes, especialmente a partir de los 35 años de edad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las epidemias anuales de influenza o gripe afectan entre el 5 y 15 por ciento de la población, provocando de 3 a 5 millones de casos, de los cuales aproximadamente entre 50.000 a 500.000 son víctimas mortales.