Miércoles 22 de Septiembre de 2010, 10:41

Crece el consumo de pollo y cae el de carne roja

| Un estudio privado señaló que los argentinos comen anualmente 11 kilos menos de cortes vacunos que en los ’90, y 21 kilos más de aviar. En las granjas dicen que es porque el precio de la carne roja sube más rápido que la blanca.

El constante vaivén en los precios que experimentó la carne vacuna en los últimos 30 años, logró revertir una costumbre alimenticia histórica. Hoy en el país crece más la demanda de pollo que la de carnes rojas. Un informe de la consultora Abeceb.com, asegura que el consumo de carne bovina anual es de 57,5 kilos por habitante (kg/hab), cuando en 1980 era de 86,5 kg/hab; y en 1990 alcanzaba a 68 kg/hab anuales, es decir que cayó 15% en 20 años. Por su parte, la carne aviar muestra una curva inversa: mientras que en 1990 se consumían anualmente alrededor de 12 kilos de pollo por habitante, en 2009 la demanda fue de 33 kg/hab, lo que equivale a un incremento del 175%. Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (Cepa), explicó que “el consumo de pollo se disparó porque el precio de la carne vacuna subió mucho más que el de la aviar”. Según Domenech, “nuestros precios son lineales: cuando bajó la producción, bajamos los precios al consumidor, y eso para la gente es importante”. En su informe, Abeceb también destacó la evolución del consumo de otros dos productos, como bebidas y lácteos: la evolución del consumo per capita de vino demuestra una caída abrupta, desde 65 litros anuales en los ’80 a 31 l en la década actual, con un paso intermedio de 43 l en la década de los ’90. En tanto, creció 85% la demanda de gaseosas, impulsada por las aguas saborizadas. Mientras que en los ’80 la demanda promediaba los 44 litros anuales por habitante, en los ’90 ascendió a los 58 l y durante los últimos diez años aumentó en 23 l anuales, hasta llegar a 81 l. En lácteos, el consumo de yogur pasó de los 4 l anuales en los ’90 a más de 12 l en 2009, según el Ministerio de Agricultura. Esto en oposición a la leche, que pasó de los 229 a los 182 l anuales en 2002. Fuente: Tiempo Argentino.