Viernes 5 de Diciembre de 2008, 20:10

Cristina agradeció la mediación papal por el conflicto d

| La presidente Cristina Kirchner y su par chilena, Michele Bachelet, encabezaron, en Monte Aymond, el acto conmemorativo por los 30 años de la mediación papal que evitó un conflicto armado entre la Argentina y Chile por la soberanía de tres islas en el Canal de Beagle.

La presidente Cristina Kirchner señaló hoy que en el conflicto en el Canal de Beagle entre la Argentina y Chile, en 1978, "mucho tuvo que ver la condición de gobiernos no surgidos de la voluntad popular para que se haya llegado a ese límite". En la localidad de Monte Aymond, donde se realizó el acto de recordación por el trigésimo aniversario de la mediación papal por el conflicto en el Canal de Beagle, Cristina Kirchner recordó emocionada cuando "el 22 o 23 (de diciembre) cientos abandonábamos Río Gallegos, yo con mi hijo Máximo, para irme a Buenos Aires, mientras que Néstor Kirchner quedaba junto a otros en Río Gallegos". Asimismo, durante todo su discurso la mandataria argentina señaló que "los pueblos vecinos nunca fueron enemigos" ni "vivieron momentos de violencia". "Los que pensaron que el crecimiento no era sinónimo de integración ni de amor a la patria eran los que querían el conflicto, no el pueblo". La mandataria agradeció la colaboración eclesiática y saludó con especial énfacis a la colaboración del actual pontífice, Benedicto XVI. Las mandatarias colocaron la piedra fundamental del Monumento a la Integración y la Amistad entre Chile y la Argentina, que se espera esté concluido durante el año próximo, cuando se recordarán los 25 años de la firma del Tratado de Paz y Amistad entre ambas naciones. En 1978, el cardenal Antonio Samoré, enviado del papa Juan Pablo II, desplegó una mediación para evitar el conflicto armado que los dictadores Jorge Videla (Argentina) y Augusto Pinochet (Chile) quisieron llevar adelante por la soberanía de las islas Picton, Nueva y Lennox. Del acto participó una misión pontificia enviada por el Papa Benedicto XVI, que es encabezada por el cardenal Odilo Pedro Scherer, arzobispo de San Pablo, e integrada por los nuncios apostólicos en la Argentina y Chile, monseñor Adriano Bernardini y monseñor Giuseppe Pinto.